LA MEJOR COMIDA DEL MUNDO
Desde que al primer simio avispado se le
ocurrió mojar la comida en el mar para darle más sabor, la carrera del ser
humano para hacer de la cocina un arte ha sido imparable. Pero la evolución de
la comida del mundo no ha sido deliciosa por igual. Te aseguramos que en este
listado no estará Inglaterra. No hay nada más pérfido de la pérfida Albión que
su inexistente gastronomía nacional. Sin embargo es difícil cuantificar algo
tan intangible como la calidad de la comida entre cocinas tan distintas entre
sí. ¿Esto nos ha impedido hacerlo? Obviamente no, porque no tenemos complejos.
¡Bon appetit!
LIBANESA
Aunque la deliciosa Shakira tenga
ancestros libaneses, no es lo único comestible que ha salido del país oriental.
Presumiendo de ser la cocina más elaborada y variada de entre sus parientes
culinarios árabes, la comida libanesa combina influencias fenicias con platos
árabes y con el toque de la sofisticación gabacha que aportó el periodo de
ocupación de los franceses. Si algo tienen los franceses es que donde han ido
se come mejor. Ejemplo: Comienza mojando pan de pita en sabroso hummus y en la
pasta de berenjenas llamada baba ghanouj. A continuación métete entre pecho y
espalda unas bolas de kibbeh rellenas de carne picada, y de postre baklava,
magníficas pastas de hojaldre, miel y frutos secos. MEXICANA
Nunca ofendas a un chef mexicano, porque tiene la capacidad de dormirte el paladar a golpe de ají hasta que penosamente supliques por más agua. Sin embargo, la tendencia mexicana hacia el picante (según ellos, lo picoso) no implica que intenten compensar que su gastronomía sea limitada o pobre. Al contrario, la preponderancia de la variedad tex mex de tacos y fajitas en la escena internacional no hace justicia a lo diverso de las cocinas regionales del país tricolor. Influencias mayas, aztecas y españolas buscaron la creatividad en los ingredientes puramente americanos como el cacao, la palta o el tomate. Ejemplo: De primero, moja los totopos (nachos) en guacamole casero y rebájalo con una cerveza Negra Modelo. De plato principal podrías tomar el sabroso mole poblano, pero deja hueco para los tequilas del final o tus amigos mexicanos no te podrán tomar en serio.
VIETNAMITA
En sus momentos más oscuros, los vietnamitas son capaces de vivir en túneles a 10 metros bajo el suelo bebiendo agua de lluvia y comiendo rata asada. Pero si ninguna potencia extranjera está intentando dominarles, (lo cual ocurre muy a menudo) la creatividad culinaria fluye y los puestos de comida callejeros florecen. Más picante al sur que al norte, el equilibrio en la comida se encuentra en la antigua capital imperial de Hue, famosa por un rey de gustos exquisitos que revolucionó la cocina en el siglo XIX con su estilo de cocina que se podría definir como tapas a lo oriental. En Vietnam puedes comer perro o insectos, pero se me ocurren infinidad de platos más sabrosos y que no ladran en vida. Ejemplo: De aperitivo Gỏi cuốn (rollos de ensalada) bien mojados en la salsa de pescado nuoc mam. Hmmm…¿De segundo qué apetece? Si es pescado podría ser un Cá kho tộ caramelizado, si es carne podría ser un Bo kho, caldo de carne en el que se moja baguette al estilo francés. ¡Delicioso y encima perderás peso!
JAPONESA
Pequeños y meticulosos, los japoneses
han llevado su gusto por la eficiencia a la exterminación de toda la fauna
marina del Océano Pacífico. Algo bueno se desprende de esta pasión por el mar,
(no en vano el japonés es el mayor consumidor de pescado per cápita del mundo),
ya que todos los excesos en la pesca se convierten en delicadezas en la cocina.
Por si no fuera suficiente, el buey de Kobe es de las mejores razas de bovino
que puedes tener el placer de degustar. Los acompañamientos japoneses varían,
pero prepondera el sake, soja, jengibre, wasabi, azúcar y vinagre. Sana y nutritiva, la comida japonesa
pega muy fuerte, y ya hemos hablado antes del sushi aquí. Ejemplo: Aprovéchate
de la sabiduría que dejaron los misioneros portugueses y cómete un plato de
tempura, ligera fritura de verduras y gambas. Sigue con exquisitos cortes de
sashimi, (pescado crudo), y unos nigiris de sushi. Para completar el menú,
devora un sukiyaki y tocarás el cielo.
ITALIANA
Si no puedes presumir de tener a la
“mamma” en casa preparando tortellini casero, al menos puedes consolarte
pensando en que la italiana es de las cocinas más exportadas del mundo, y en
cualquier rincón podrás encontrar un restaurante con mantel a cuadros, velas, y
una serenata en la radio. A pesar de girar alrededor de la pasta, la cocina
italiana no es en absoluto limitada, y hace maravillas con arroz, carne y
marisco. Algo tendrá la gastronomía italiana para ser la cocina más exportada
del mundo. Ejemplo: Tras matar el apetito inicial con unos antipasti como la
ensalada caprese de mozzarella, hay que hincarle el diente a la pasta:
Tortellini, tagliatelle, spaguetti, gnochi, ravioli, fettuccine, y un largo
etcétera de tipos de pasta para mezclar con diversas salsas como carbonara, bolognesa, norma, amatriciana,
puttanesca, arrabiatta, pesto… De postre un tiramisú o un canoli siciliano
entrarán maravillosamente, y que no falte el café expresso en taza pequeña.Quizás sea por el mero número de chinos que hay apelotonados en su país, pero los chinos se comen cualquier cosa que se mueva. Y esto es bueno porque han experimentado con todos los sabores y texturas, (y bichos repugnantes) para que tú no tengas que hacerlo y puedas degustar lo más sabroso. ¿Quieres comida picante? Prueba la comida de Sichuan. ¿Quieres multitud de platos pequeños? Para ti fue creada la comida cantonesa. ¿Quieres escorpiones fritos? No juzgamos, y también puedes conseguirlos en las calles de Pekín. Con infinidad de comidas regionales, condimentos y milenios de tradición gastronómica, China no es la mejor cocina del mundo por ahora, pero todo apunta a que lo sea en pocos años. Ejemplo: En el restaurante secuestra el carrito móvil que transporta los dim sum, (tapas chinas) y que te aprovechen unas empanadillas hervidas de gambas. Sigue con marisco en sal y pimienta, y un pato laqueado cantonés. Y sigue pidiendo más platos porque en China es de mala educación que sobre comida.
Se dice que los franceses son arrogantes, pero tienen una buena razón para serlo: Su espectacular gastronomía. Con una saludable mezcla de hortalizas, verduras, carne, pescado y fruta, los gabachos han tomado la dieta mediterránea y la han llevado al nivel del orgasmo. No es una sorpresa que la Guía Michelin haya premiado consistentemente a más restaurantes franceses con su estrella que a cualquier otro país del mundo, así que puedes atusarte los bigotes, Francia, que lo has merecido. Ejemplo: Se puede empezar compartiendo un poco de queso roquefort o camembert, y un plato de foie gras de hígado de ganso para luego pasar a luchar con los escargots para hacerles perder su concha protectora. Si no temes a la carne cruda, continua con un steak tartare de textura y sabor de ensueño. Y para postre, molesta al camarero pidiendo una crepe suzette. Ya verás que cara pone.