CRONICAS
Y CRÍTICAS
DE LA
PRENSA GASTRONÓMICA
WIKÉN
RUPERTO DE NOLA(ABRIL) ANAKENA (Hotel Grand Hyatt Santiago. Av. Kennedy 4601, Las Condes): “Nada en la carta sale de un comedido término medio apropiado para personas de cualquier edad y condición (había incluso niños comiendo). Y representa adecuadamente el estilo y talante de la cocina tailandesa, sin excesivos purismos que pocos entre nosotros, por lo demás, sabrían apreciar. Para "picar" probamos popia gai phak ($6.000), rollos de picadillo de pollo y verduritas -especie de rollo "primavera"- hecho a la perfección, sequito y crujiente; y un satai gai nua ($6.500), pinchos de trozos de pollo y de filete con excelente salsa de maní.” “El típico pad thai gai ($10.000), con sus fideos de arroz salteados con pollo, camarones, maní y salsa de tamarindo, resultó rico, con su variedad de sabores bien armonizados. El khao phad saparod ($9.000), en cambio, plato inmenso de arroz con piña, castañas de cajú, huevo, pollo y cuantoay, fue abrumadoramente "monosápido", o sea, de un solo sabor, no intenso pero chato. Sin ser desagradable, no tenía interés, y se hubiera necesitado paciencia de santo para comérselo todo.
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS(ABRIL) TONDERO (Pedro de Valdivia 2765 / 2 2845 9609): “Para empezar, unos tequeños ($3.500), esas masas de wantán enrolladas y fritas con queso fresco en su interior, acompañadas de guacamole. Muy abridoras de apetito, y no tan pesadas como lo serían con queso amarillo derretido. Y un pulpo al olivo ($6.700), con un agregado heterodoxo: un poco de cebolla picada con cilantro encima, lo que realmente suma y no daña a la receta original. Un punto que también se percibe en los platos de fondo: un toque personal que distancia a Tondero de otros lugares. Puede que esto vaya contra el canon, pero el resultado ayuda a seguir comiendo aunque ya no haya apetito, gran cosa.” “De principales, un lomo saltado al estilo Tondero ($8.000), que suma camarones al clásico plato (y con papas fritas de las buenas, ojo). Y un pescado a la chorrillana al estilo Tondero también ($6.500), una reineta grillada con salsa de ají amarillo, tomate, pimentón, arvejitas, aceitunas y huevo duro, montada sobre papas cocidas y con su perfecto arroz blanco.
MUJER
PILAR HURTADO(ABRIL) DE LA OSTIA (Orrego Luco 065, Providencia / 2 2231 9183): “Pedimos para empezar una bebida y una copa de tinto de verano, con cáscara de limón y harto hielo. De la carta compartimos varias tapas: un rico revuelto de setas y camarones con cebollín y huevo. Alucinante pa amb tomaquet, el pan con tomate, ajo y aceite de oliva, crujiente y ¡delicioso! Alcachofazo con fondos de alcachofa rellenos y gratinados que estaban OK. Buenísimos los boquerones en vinagre. Y muy bueno el pintxo cojonudo, con pimiento morrón picante, chorizo y huevo de codorniz.” “La carta es extensa, por lo que permite regresar sin repetir platos, y además hay un menú del día a la hora de almuerzo.” “En suma, De la Ostia mantiene vigente su propuesta mientras que el local ha adquirido la calidez de años de parroquianos pasando por allí a disfrutar sus tapas y bebidas.”
LAS ÚLTIMAS
NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI(ABRIL) CARROUSEL (Los Conquistadores 1972, Providencia / 2 2232 1728): “Frecuentado por ejecutivos y aficionados al buen comer, el Carrousel, combina la cocina francesa tradicional en Chile con una atmósfera discreta. Donde se puede conversar sin ruidos ni sobresaltos, donde nadie está mirando al personaje de la mesa de enfrente. Con una carta que conserva notables preparaciones ya desaparecidas de la oferta capitalina. Como esa espléndida entrada de “erizos al cajón”, con un receptáculo de pan de molde frito que combina su dorado con deliciosas lenguas tibias, en vez de hacerlos “al matico”, o sea, fríos y en perejil. Sus machas parmesana poseen el queso adecuado, sin llegar a excesivo. La lengua nogada, -delicia vista con espanto por algunos noteros televisivos-, sobrevive para encantar a experimentados golosos. Y hasta los nostálgicos del esplendor de la Rusia zarista pueden pedir blinis con caviar, como hace un siglo. Un burbuja de buena gastronomía, que se actualiza con avances como puntos de cocción más cortos, pero que no abandona la ricas recetas de los abuelos de coñac y habano, que sibaritas jóvenes están haciendo suyas. Con un promedio de $25.000 por persona, los platos son contundentes.”
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RODOLFO GAMBETTI
(ABRIL) BARRICA 94 (Bellavista 052, local 94, Providencia / 2 2732 4939): “De todo. Carnes de cocción lenta, verduras horneadas, mariscos confiables y en cuanto a geografía, desde crocantes de prieta hasta delicados crocantes de masa filo, o salmón en gravlax, como acostumbran los escandinavos, con dos metros de nieve afuera. Abundante, fresco, y si algo no le va, lo dice y se lo arreglan. Esos contundentes platos valen lo que cuesta, pero los vinos, de los que hay para elegir a gusto, tienen buen precio por botella o copa. Para regodearse en cepas, viñas, valles, calidades y ensamblajes. El personal de mesa sabe su trabajo, y la información de vinos es muy adecuada y oportuna. Y si el vino no es lo suyo, pues a los tragos y las cervezas, que no se quedará corto.” “No se necesita ser gourmet para zambullirse en su amplia carta: un surtido de empanadas con diversos rellenos ya resulta un buen pedido. Pero si quiere afinar la mira, es cosa de buscar lo que más le apetece, porque el Barrica 94 evita los lugares comunes en la oferta gastronómica y bebible.”
QUÉ PASA
CARLOS REYES(ABRIL) CATEDRAL (José Miguel de la Barra esquina Merced, Santiago Centro /2 2664 3048): “La carta de Bar Catedral se renovó casi por completo en relación a la temporada pasada. Son más de 30 platos creados o adaptados por Ignacio Ovalle, también jefe culinario de Ópera, el restaurante francés del primer piso de esta casona del barrio Bellas Artes. Tanto en hora de almuerzo como para la noche (la cocina funciona hasta la 1.45 los fines de semana) se hace imprescindible el Tártaro de salmón ($ 8.600,) con dados grandes y firmes de carne y suave sazón de limón, jengibre y ciboulette. Un poco a la zaga, porque podrían tener una cobertura más cargada de condimentos, aparecen los Fritos del mar para compartir ($ 11.600), mientras que en los fondos una opción marina resalta: la Merluza oriental ($ 8.600) con arroz jazmín y un toque de leche de coco que enmarca un sabroso y ligero plato de pescado blanco. Se trata de una opción más de mediodía, porque quizá no calza con el movimiento del bar durante la noche, lo mismo que la Malaya de cerdo ($ 9.200), con la que se debe andar con cuidado. Es bien sabrosa, sobre todo por su toque de mostaza, pero su cobertura grasa puede asustar al desprevenido. De todos modos cumple, como la experiencia de un lugar que luce renovado, más afinado, listo para el show.”