martes, 16 de junio de 2015

BUENOS PALADARES

CRONICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(JUNIO) ERIC KAYSER (Augusto Leguía Norte 34, Las Condes / 2 2335 0398): “…la llegada a Santiago de chefs pasteleros y panaderos franceses es muy bienvenida. Sobre todo si el resultado es un café-panadería como el de Eric Kayser.” “Aparte del buen café y del chocolate a la francesa (con vainilla), se ofrece ahí una gran cantidad de buenos panes, de viennoiseries y de pasteles, de auténticos pasteles a la francesa, no de simples rebanadas individuales de tortas. De nuestra amplia selección, que nos elevó la glicemia hasta niveles indecibles nos pareció que los croissants ($900) eran "pluscuamperfectos" (cosa que entenderán quienes conocieron la vieja gramática castellana). Serán invención vienesa; pero en París los hacen como en ninguna otra parte: estos estaban fantásticos, etéreos, mantequillosos. Nótese: debe comérselos a no más de 4 o 6 horas de hechos; no envejecen bien, como tampoco lo hacen las baguettes en París.

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(JUNIO) CAPERUCITA (El Bosque 083, Las Condes / 2 32026766): “La recientemente abierta pizzería Caperucita está más que buena. De entrada, porque a primera vista se recupera aquella fe de poder comer algún plato de menos de cinco mil pesos. Y, como segunda impresión, su selección de vino por copa revela una fineza que escasea entre otros vendedores de masa plana.” “De fondos, un par de pizzas de masa delgada y borde más inflado, lo que las deja bien con Dios y con el diablo. Una muy equilibrada de jamón crudo, rúcula y parmesano ($6.900) y otra con panceta ligeramente ahumada, tiritas de mechada y una cuantas hojitas de perejil ($7.900), también bien balanceada, sin dominio del queso, ni de la salsa.”

MUJER
PILAR HURTADO
(JUNIO) TAVELLI LOS TRAPENSES (José Alcalde Délano 10533, piso -1, L. 138 / 2 3203 9121): “Hace bastante tiempo que no iba a uno porque las últimas veces me había desilusionado de este clásico. Este local es más acogedor, con mesas y sillas de madera, baldosas estilo antiguo en parte del piso y madera en el resto, dibujos de cubiertos y otro con edificios clásicos italianos adornan las paredes. El olorcito era tentador y pedimos ricos chocolates calientes, uno italiano y el otro con marshmallows. Yo quería un café, y como en la carta los ofrecían de distintos granos, pedí robusta arábiga al garzón. Él me dijo que traería un café doble porque en verdad no tenían distintos granos sino solo la posibilidad de que el café fuera más fuerte; una falsa promesa que me dio mucha lata. Probamos un sándwich de jamón huevo que venía tostado y estaba rico.” “El servicio fue muy amable y atento, si bien es cierto que no había mucha gente. En este local nuevo, aunque me molestó lo del café y el kuchen, los detalles hicieron buen contrapeso y podría volver.”