CRONICAS
Y CRÍTICAS
DE LA
PRENSA GASTRONÓMICA
WIKÉN
RUPERTO DE NOLA(JULIO) WALHALLA (Campo de Deportes 329, esquina José Domingo Cañas): “La gente suele pensar que Suiza es un país pequeño, homogéneo, chocolatoso y fome.” “Al ver que el restorán Walhalla anunciaba cocina suiza, fuimos, y vimos, y comimos espléndidamente, en este equivalente germano del Olimpo.” “Nosotros comimos sólo lo suizo. Partimos con el Zürcher Geschnetzeltes, plato insignia de Zurich, hecho con rebanaditas de carne de ternera u otra muy blanda, champiñones de París, crema, cebollas y vino, que allá conocimos con el enriquecimiento (delicioso) de rebanadas de riñones. Aquí, fuera los riñones, porque los chilenos no comen "eso". Acompañado con un rösti hecho a la perfección, según la receta que usa papa cocida ($7.000, una ganga), fue una delicia.”
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS(JULIO) SEOUL (Sagrado Corazón 371, Recoleta / 2 2735 5689): “Simple, limpio y atendido por sus dueños. Lo sorprendente son sus bajos precios (colaciones entre $2.800 y $3.500) y una carta que abunda en recetas que no hay en otros locales. Por ejemplo, una sopa pincantísima de almejas, la Choguetan ($4.500), en la que se mezclan el sabor del marisco y el de los brotes de poroto de soya crudos y el cebollín en juliana.” “También se puede experimentar con un célebre plato de carne vacuna agridulce con cebolla, Bulgoky, para dos por $10.000. Una puerta de entrada amable. Lo mismo que la tortilla de verduras y mariscos, Pallon, a $ 4.500. Igual un par de pescados grillados, de los que quedó solo el espinazo, Konchigui, a $5.000, y un sabroso y picante guiso de cerdo y verduras, a $4.500.” “Los platos son abundantes y vienen precedidos de varios recipientes con cosas para picar, el banchan. La carta es tan extensa como tentadora y, para aumentar el bajo costo, se puede pedir un jarro de agua fría para acompañar. Una verdadera picada.”
MUJER
PILAR HURTADO(AGOSTO) HOCKENHEIM (Nueva de Lyon 155, L. 101, Providencia. / 2 2944 0587): “Por el frío, con mi acompañante nos sentamos adentro y pedimos para comenzar una sopa de zapallito italiano con curry, sin demasiadas expectativas. Resultó estar muy rica, venía servida en una ollita ovalada de la que comimos dos personas, con almendras fileteadas y tostadas y un poco de pan para acompañar. La carta ofrece variedad de cervezas de distintos orígenes, vinos y tragos, y en comidas, picoteos, crudos, emparedados -incluidos de lengua y de pernil y un capítulo de hamburguesas- y algunos platos con acompañamientos aparte. Pedimos un sándwich de lomo braseado con queso cheddar, salsa algo picante, mix de verdes y palta en pan baguette, que estaba muy rico, y uno de lomo vetado con cebolla acaramelada, queso brie, rúcula y pepinillos dill, en ciabatta” “Capítulo aparte merecen las papas rústicas que acompañan los emparedados: grandes y con cáscara, son crocantes por fuera y casi un puré por dentro, realmente un descubrimiento.”