martes, 4 de agosto de 2015

MIS APUNTES


LA FATTORIA
El Hotel Regal Pacific se pone al día

En esto de la gastronomía, los hoteles tienen mucho que decir con respecto a su desarrollo. A decir verdad, estos establecimientos están obligados por ley a tener espacios destinados a la restoración y eso los diferencia del otro sector (los restaurantes) que deben invertir grandes sumas para desarrollar un modelo gastronómico. Al ser una obligación, los hoteles han tomado dos caminos: tratar de ser de los mejores de la plaza aunque sus operaciones vayan a pérdida, o simplemente tener un pequeño espacio (en general para sus huéspedes) donde consiguen algún alimento (desayuno principalmente), lo que les permite no perder demasiado dinero en la operación gastronómica del hotel.

Ejemplos en Santiago tenemos de sobra.  Hoteles con una gran gastronomía, muchos de ellos pertenecientes a cadenas extranjeras que ven el negocio en forma global y tratan de generar más dinero a través de sus divisiones de banquetería, y otros que tan sólo la palabra “comida” les da indigestión ya que su negocio es vender habitaciones. Una larga exposición para entrar al tema de esta semana, ya que el hotel Regal Pacific ha remodelado su comedor del primer piso convirtiéndolo en un espacio agradable que reúne cafetería, pizzería y restaurante, con la salvedad que el huésped no es el interés prioritario, ya que al estar situado en uno de los ejes comerciales más importantes de la capital (codo a codo con el Apumanque), les permite atraer un mayor público y generar mejores ingresos.

Lo que fue terraza hoy es una cafetería bastante agradable. Buen café espresso (1.700), medialunas (700), croissants y todo lo que permite un desayuno hotelero, pero abierto al público. Un lugar adecuado y bien pensado ya que en los alrededores no hay gran competencia. A mediodía comienzan a salir las pizzas (7.000 en   promedio) y paninis elaboradas en hornos eléctricos de gran potencia. Acá quiero detenerme un poco ya que la calidad de ellas bien vale la pena conocerlas. Hay sabor y textura en cada una de ellas. Livianas, gracias a la masa madre elaborada con harina italiana y que fermenta durante tres días antes de ser llevada al horno, me sorprendió gratamente. Si ser fan de las pizzas ni comerlas a menudo, acá hay un trabajo serio y un pizzaiolo que tiene incorporado el sabor en su ADN.

En el restaurante (y la carta) propiamente tal, creo que es necesario un ajuste de la propuesta. El chef, Enrique Araya, con bastantes años en su cargo y por ende con gran experiencia, presenta una carta multifacética que ha llamado “Sabores del Mundo”, donde presenta platos peruanos, italianos, chilenos y una serie de combinaciones que si bien pueden ser atractivas, no logran darle al comedor una personalidad propia. Hay aciertos, como la merluza austral (8.700) o el cordero patagónico con humitas (11.800), pero también hay errores, casi todos producidos por esta idea descabellada de tener todas las cocinas del mundo en un solo lugar.

La Fattoria merece platos acorde a su nombre. La comida italiana debería ser la principal entrega del lugar. Si le agregan dos o tres propuestas diferentes, no le veo problema alguno. Es el “mix” de preparaciones la que preocupa. No se puede abarcar todo el espectro gastronómico de la noche a la mañana. El lugar merece la atención de los clientes, pero urge definir la personalidad y el estilo del restaurante. Por el momento, regresaría feliz por las pizzas, sus masas y su cafetería. El resto… a la sala de operaciones.

La Fattoria. Hotel Regal Pacific, Av. Apoquindo 5680, Las Condes / 2 2377 6000