miércoles, 26 de agosto de 2015

LA NOTA DE LA SEMANA


MENÚS EN BRAILLE

Envidia. Sana pero envidia igual. Es posible que podamos imitarlos, pero como en el Perú esto de la gastronomía se lo toman en serio, hay un aporte creativo para realizar acciones cuyo propósito es atraer el turismo al país del norte. Hace un par de años, un documental de la marca Perú nos hizo pensar el por qué no podíamos haberlo hecho nosotros primero. Recursos, fue la respuesta de muchos. Luego nos encontramos con Mistura, la feria gastronómica más importante de Latinoamérica, una de las grandes del mundo, cuya próxima versión comienza uno de estos días. (www.mistura.pe) ¿Se podría hacer algo similar en Chile? Es posible, pero muchas iniciativas se han caído por problemas de presupuesto y otras no fueron viables. Es posible que sólo el Mercado de caldillos y cazuelas en Curicó o el Chancho Muerto de Talca puedan servir de referentes nacionales a estas grandes fiestas gastronómicas. No mencionamos a Ñam ya que para nosotros este evento es más académico que social.

Pero estamos lejos de ello. Al peruano le gusta su gastronomía y al chileno le gusta comer. Ahí podría estar la diferencia. Este mes otra noticia nos dio pie para admirar el proceso gastronómico peruano –y argentino- en este caso, ya que varios restaurantes de estos países están ofreciendo su carta en el sistema de lectura braille para que los no videntes puedan escoger los platos de su predilección, sumándole a ello un  programa de capacitación al personal de sala para que ayuden a los ciegos reconocer en qué lugar del plato están los productos seleccionados.

 ¿Marketing? De todos modos. Pero es una forma inteligente para promocionar la gastronomía de un país que cree en ella. Nosotros, aún estamos al debe. Como están las cosas, pasaran años o décadas para que nuestra gastronomía sea reconocida por los turistas. Siempre lo hemos dicho: en estos últimos años, en Santiago y en otras contadas localidades se está comiendo muy bien, pero a nadie se le ha ocurrido “vender” lo que comemos en el exterior. Desgraciadamente la política de acercar al turista a Chile mediante su gastronomía, no es ni ha sido prioridad de nadie. Ni antes, ni ahora. (JAE)