MENÚS EN BRAILLE
Envidia.
Sana pero envidia igual. Es posible que podamos imitarlos, pero como en el Perú
esto de la gastronomía se lo toman en serio, hay un aporte creativo para
realizar acciones cuyo propósito es atraer el turismo al país del norte. Hace un
par de años, un documental de la marca Perú nos hizo pensar el por qué no
podíamos haberlo hecho nosotros primero. Recursos, fue la respuesta de muchos.
Luego nos encontramos con Mistura, la feria gastronómica más importante de Latinoamérica,
una de las grandes del mundo, cuya próxima versión comienza uno de estos días.
(www.mistura.pe) ¿Se podría hacer algo
similar en Chile? Es posible, pero muchas iniciativas se han caído por
problemas de presupuesto y otras no fueron viables. Es posible que sólo el Mercado
de caldillos y cazuelas en Curicó o el Chancho Muerto de Talca puedan servir de
referentes nacionales a estas grandes fiestas gastronómicas. No mencionamos a
Ñam ya que para nosotros este evento es más académico que social.
Pero estamos
lejos de ello. Al peruano le gusta su gastronomía y al chileno le gusta comer.
Ahí podría estar la diferencia. Este mes otra noticia nos dio pie para admirar
el proceso gastronómico peruano –y argentino- en este caso, ya que varios
restaurantes de estos países están ofreciendo su carta en el sistema de lectura
braille para que los no videntes puedan escoger los platos de su predilección,
sumándole a ello un programa de
capacitación al personal de sala para que ayuden a los ciegos reconocer en qué
lugar del plato están los productos seleccionados.