MÁS CAFETERÍAS Y MENOS FARMACIAS
A nosotros no nos molestan, pero a los extranjeros
sí. ¿Tan enfermos están los chilenos?, se preguntan. Pareciera que sí, ya que
no hay esquina que se salve de esta verdadera invasión de farmacias. De todo y
para todos. Además, generalmente llenas de un ávido público comprando medicamentos
para cualquier mal.
Estamos mal. Enfermos de la cabeza.Si en vez de ocupar parte del sueldo en pildoras lo invirtiéramos en un café, una cerveza, una copa de vino y una buena conversación, seríamos un país más feliz y les aseguro que en esos momentos los dueños de las farmacias deberán buscarse otro giro comercial. La culpa no es de ellos. La demanda los llevó a llenar el país con medicamentos para todos los males, que nosotros mismos nos fabricamos.