CHILENOS COCINANDO A LA
CHILENA
Un libro (y un autor) de
culto
El jueves pasado (23-03) y a los 92 años falleció
Roberto Marín Vivado, médico y autor de destacados libros de cocina chilena
como "Chilenos cocinando a la chilena" y el conocido "Manual del
asador chileno". El primero es una verdadera enciclopedia de 423 páginas
de sabores criollos y el segundo, el ejemplar de cabecera de los parrilleros
locales.
En este último tiempo, no ejercía como médico pero
sí algunas veces de cocinero para ocasiones familiares falleció producto de un
paro en una clínica de la capital, lugar en el que permanecía hace un mes
internado por una complicada neumonía.
Este simple resumen de su vida, nos hizo meditar
sobre el desarrollo de nuestra gastronomía. Su libro “Chilenos cocinando a la
chilena” es un clásico de la nuestra cocina de buena parte del siglo XX y hoy
se ha convertido en un libro de culto para los amantes de la gastronomía
nacional ya que para él, su libro pretendía dar a conocer las características
de los guisados de uso habitual y popular en nuestra tierra y las variadas
formas de prepararlos. “Es mi deseo estimular a los recios machos nacionales,
para que se aficionen a la cocina y puedan preparar sabrosísimos condumios de
cuya práctica obtendrán las primeras armas para batallar con ollas y
sartenes...", afirmaba en su prólogo.
Amante
del colesterol –en términos gastronómicos-, decidió que en su libro no tendrían
entrada los consejos nutricionales, las mediciones calóricas, los balances de
los tipos de alimentos, las cifras de colesterol, emplazamientos salutíferos
que agrían el bienestar y el gozo que depara un buen arrollado picante. Ingresó
al Círculo de Cronistas Gastronómicos luego de permanecer años en la Cofradía
del Buen Comer, un grupo de amigos que semanalmente se juntaban en sus casas a
practicar el arte de comer en abundancia.
Durante
catorce años tuvo el récord del congrio más grande pescado con arpón, gracias a
que en 1959 capturó un ejemplar de 12,5 kilos en El Quisco, lugar donde tenía
su casa de veraneo y fines de semana. En el año 2012, el Círculo de Cronistas
Gastronómicos lo galardonó con el "Premio Rosita Robinovitch" –que
lleva el nombre de la fundadora de la entidad— por su aporte a la cocina
chilena y por sus libros.
Soledad
Martínez – crítica gastronómica de El Mercurio – hace algún tiempo comentó: “Médico
de profesión, entusiasta de la pesca y el buceo, el Dr. Marín ha recorrido
Chile recopilando datos, consejos y recetas, porque su interés por la buena
mesa y las artes de los fogones lo acompaña desde la infancia. Sin duda ha
sabido aprovechar bien la sabiduría de los pescadores, buzos, arrieros y
campesinos y, por cierto, de esas cocineras sureñas de su propio hogar, pues ha
logrado captar el carácter distintivo de la cocina nacional en su vertiente más
popular, aquello que la separa de las demás y asegura ese sabor diferente que
echamos de menos en el extranjero con insalvable nostalgia."
Lo
extrañaremos pero no lloramos su partida. Aprendimos mucho de él y seguiremos
haciéndolo gracias a su obra literaria. Un libro ameno, lleno de pasajes
entretenidos y recetas. Una obra que lo mantendrá vivo entre nosotros hasta el
fin de nuestras vidas.
¡Salud,
Dr, Marín! Ya nos veremos.