martes, 24 de mayo de 2016

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(MAYO) LA FUENTE CHILENA (Pedro de Valdivia 0149 / 2 2963 7692) “…una versión 2.0 de la clásica sanguchería nacional, sin siutiquerías, bien castiza.” “Primero, un sándwich de lengua espectacular ($5.500) con mayo. Ojo con esto: si no quiere fallecer prematuramente, pida que venga con poca mayo, porque en este lugar son de una generosidad abrumadora. Y segundo en las alabanzas, un arrollado italiano ($5.200), en el que el señor chancho viene bien condimentado, muy a la chilena, y envuelto en malaya y no en cuerito grasientito. Como ese corte tampoco es tan magro, la cosa no parece un arrollado light. Buenísimo. Y con tomates de verdad, no de esos mutantes. Y, mención destacada y aparte, en un pan frica único en estos locales que, tostado, mejora hasta derrotar cualquier intento de dieta.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(MAYO) AMIGOS DEL MAR (Tobalaba 13727, pasado Quilín, Peñalolén / 2 2723 8758): “…las empanadas de queso ($1.000 cada una), grandes, bien fritas, resultaron muy buenas, por donde se advierte la buena mano. Salvo, quizá, por una cantidad excesiva de queso: de acuerdo, al "respetable" le gusta la cantidad, sobre todo si es de queso derretido.” “El salmón a la parrilla con mantequilla negra ($5.690) con puré rústico ($1.400), fue, en cambio, decepcionante: como suele ser el uso popular, estaba ese trozo (de satisfactorio tamaño) recocido. ¡Qué difícil es encontrar en Chile lugares donde conozcan los puntos de cocción ideales para los pescados! Y el puré rústico, no tenía casi mantequilla: grave cosa; la rusticidad no debe significar cicatería en este punto, sobre todo porque, en otros aspectos, se ve generosidad en los platos. ¿Es ignorancia, descuido?

MUJER
PILAR HURTADO
(MAYO) MIRAOLAS (Av. Vitacura 4171 / 2 2206 0202): “Esa noche, ya desde la entrada del local, a esa tía y a mí nos molestó mucho el fuerte olor a cocina, fue como una cachetada que llama la atención en un restaurante como este, que tiene tantísimo parroquiano fiel. Es cierto que tras un rato uno se acostumbra a los olores, y así fue, pero me chocó al comienzo, y para mí es algo que sería ideal corregir. Pedimos una botella de chardonnay Leyda reserva para los que queríamos tomar, y costó un buen rato que nos pusiéramos de acuerdo en qué quería cada uno. No pedimos entradas sino un plato por persona, lo que hizo que la espera nos pareciera más larga y hubiera mucho picoteo de pan. Mi suegra escogió una merluza austral que estaba en punto perfecto, muy fresca, rica y una buena porción que alcanzó para que todos probáramos. El primo pidió congrio frito, con buen batido y costra crocante y sabrosa, acompañado de ensalada chilena. Yo pedí el infalible revuelto camarón ostión, con huevo y toques de perejil, pero no se crea que es fácil prepararlo, la gracia está en que el huevo quede a punto y no se reseque, y así estaba; sencillo y muy rico.”

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(MAYO) MULATO (Lastarria 307 / 2 2638 4931): “Estupenda carta. Para empezar con el “pisco sour colegial”. Que no clasifica como sour clásico, pero resulta grato y novedoso combinando la gracia del jengibre con el color y sabor del dulce de membrillo. Rico, distinto, sin pretender renovar la mixología. Pero un buen comienzo para quien quiera estremecerse con la sencillez de un huevo pochado cubierto de erizos, artillada de yucas fritas ($6.900). Y esas empanaditas de mechada y queso chanco (tres por $4.900). Y un pocillo de ajiaco que cambia de nublado a una luminosa primavera interior. ¡Y venga el pulmay ($11.600), curanto hecho en fondo en vez de agujero en la tierra) de caldo generoso, maltones que reviven con el jugo y el costillar agazapado encima del milcao y las papas! ¡Viva Chiloé! ¡Y la merluza austral, no menor ($12.800), con pinza de jaiba, ostiones al ajillo y emulsión de poroto granado! La sabiduría del local advierte que “la disponibilidad de productos depende de los caprichos del mar”.