martes, 3 de mayo de 2016

LA NOTA DE LA SEMANA


 
COLETAZOS DE LA INUNDACIÓN

Nadie está ajeno a la inundación que se produjo en abril y que sobrepasó la Av. Andrés Bello –más conocida como “la” Costanera- y sus calles aledañas. Todo tipo de comercio se vio afectado y si bien algunos locales y edificios recibieron ayuda municipal para extraer el agua y el barro, la mayoría debió rascarse con sus propias uñas para sacar adelante lo más rápido posible sus negocios.
No es de extrañarse ya que siempre ha sido igual. Aun así hemos visto que la mayoría del comercio de la zona, una de las más visitadas del barrio alto, ha debido sacar fuerzas de flaquezas para lograr que las peluquerías, librerías, tiendas de ropa y restaurantes dejen atrás esta inundación y comiencen a trabajar con normalidad. Pese a enormes dificultades, que incluyó visita de inspectores para ver que los empleados de los negocios no estuvieran realizando funciones que no les correspondían, como secar pisos y apalear barro, fue un ejemplo que tres grandes restaurantes que son Baco, Rivoli y Le Bistró, hayan abierto sus locales apenas 36 horas después de producidos los incidentes.

A semanas de la catástrofe y a pesar que ya todo está prácticamente normalizado (aun la Municipalidad tiene cortado el tránsito en algunas cuadras, algo inexplicable), el retorno del público consumidor ha sido más lento de lo que se esperaba. Da la sensación que la población piensa que aún existe peligro en la zona o que estén sacando libros, peinetas o pescados debajo del barro para atender a sus clientes.
Las perdidas ya están asumidas y posiblemente las demandas ya están siguiendo su curso. Para los que no han revisitado este sector, le podemos decir que no hay humedad, que no se van a mojar las patitas y que todo está dispuesto para que estas cuadras vuelvan a ser tan atractivas como siempre.

Sin subir ni bajar sus precios, ni tampoco haciendo ofertones, los comerciantes de estos sectores anegados solo están a la espera que regresen sus clientes. Todo ha vuelto a la normalidad y quieren olvidar este episodio que alteró el normal desarrollo de este importante barrio de la capital. (JAE)