martes, 19 de julio de 2016

LA NOTA DE LA SEMANA



EL BOOM DE LA COCINA

Los espacios para opinar de gastronomía en nuestro país siempre fueron muy limitados. La importancia que le daban los medios escritos fue mermando a medida que comenzaban a crecer las revistas de nicho, que tenían la gastronomía y el vino como estandartes de su quehacer. Aun así, los diarios mantuvieron algunos espacios –pocos a decir verdad- dedicados al negocio gastronómico, turístico y vitivinícola.

Con el advenimiento de las redes sociales, la gastronomía comenzó a expandirse insospechadamente. Antes, sólo algunos periodistas especializados en la materia tenían posibilidad de escribir del tema. Era un pequeño mundillo de profesionales que de la noche a la mañana se percataron que Facebook, Instagram, Twitter, Pinterest y otras aplicaciones que funcionan con esta nueva forma de comunicarse, entraban sin permiso en sus propios círculos, posiblemente perjudicando la crítica, pero aumentando el interés de los lectores por arte gastronómico.

Asistí la semana pasada al lanzamiento de un nuevo restaurante en el barrio alto de la capital. Entre los invitados, sólo un par de críticos (de los antiguos) ya que el resto eran chicas o muchachos líderes de opinión. Una foto tomada por cualquiera de ellos y enviada por su red social es vista de inmediato por miles de semejantes. La foto en sí no transmite sabores ni aromas, pero se ha transformado últimamente en una valiosa herramienta de marketing que no deja de ser interesante. A ello se están sumando variados programas de televisión abierta que se han sumado a este boom. Varios formatos e interesantes propuestas que son seguidas por miles de personas ansiosas de conocer más de los alimentos, productos y elaboraciones.

Si agregamos a ello los embajadores de las marcas, algo bastante común en nuestros días ya que convierte a un líder de opinión en un auspiciador insospechado del marketing moderno, es posible que nos demos cuenta que la bien llamada apertura gastronómica que está viviendo el país, aparte de interesante, es bastante complicada, ya que no todo lo que brilla es oro… ni todo lo que ve lindo es bueno.

A la población hay que entretenerla, y aparte del futbol pareciera que la cocina tiene mucho que decir. Me encanta esta apertura y ojalá sea un éxito. Espero que el tema no sature como las ferias gastronómicas que semana a semana están inundando las ciudades. Todo vale, pero aun así hay que poner cada cosa en su lugar. En la crítica gastronómica no hay invento ni espacio para confundir al lector. Al menos en esta faceta de la gastronomía los cronistas gastronómicos opinan de acuerdo a su criterio y nada -ni nadie- altera su opinión. Con más o menos años de trabajo gastronómico, los que escribimos del tema y no sólo sacamos imágenes lindas pero intangibles de un plato, estamos convencidos que si bien el desarrollo de nuestra cocina requiere marketing, la crítica -fundada en buenas razones- es indispensable y necesaria. (JAE)