martes, 8 de noviembre de 2016

MIS APUNTES


 
OX
La élite no transa
Nueve años atrás, cuando el Puerto Fuy –encabezado por el chef Giancarlo Mazzarelli- estaba en su apogeo, los socios que estaban detrás de este restaurante, decidieron emprender otra aventura y al poco tiempo abrieron en la misma cuadra el Ox, un local que buscaría ser el referente como la mejor parrilla de la ciudad.

El tiempo ha pasado y también mucha agua en Nueva Costanera, una calle que ha sufrido con esto de los vaivenes de la moda. Desapareció el Fuy –también Mazzarelli-, y entre abandonos y aperturas el Ox es uno de los pocos restaurantes que aún mantiene protagonismo y una clientela fiel que no lo abandona y que se siente a sus anchas con todo el trabajo gastronómico que ha desplegado desde su creación el chef Daniel Galaz, dueño de una creativa –y aterrizada- cabeza, que le ha permitido con los años incursionar en una variedad de productos que van más allá de una parrilla Premium.

Daniel Galaz es un chef de bajo perfil. Poco mediático, no participa en el circuito de chefs que sobresalen por sus continuas apariciones en la prensa y en televisión. Su seriedad la traspasa a sus preparaciones y sólo sonríe cuando se le alaba o adula. Es la mano derecha de Daniel Avayú, el propietario del lugar y se siente responsable de ello.

Largo almuerzo para conocer parte de la nueva oferta. Tras un aperitivo con un mix de jamones ibéricos y de bellota (24.900), la degustación propiamente tal comienza con unos ostiones magallánicos de magnifico calibre y textura, sobre un fondo de salsa de locos (11.900) que le aportó la sazón y el equilibrio necesario. Luego, y entre las grandes entradas, burrata (17.900) sobre una cama de aceite de oliva y jamón ibérico. La burrata, que ya explicamos su origen la semana pasada, en su punto perfecto de madurez. A continuación, unas simples mitades de huevos duros cuya yema fue reconstituida con aceite de trufas, mostaza y coronada con caviar (6.900), se convirtió en un acierto para ir descubriendo los sabores que maridan con el huevo, uno de los alimentos más básicos de nuestra cultura.

La segunda parte de este almuerzo, el chef se la dedicó a las pastas. Por un lado, unos maravillosos pappardelle -elaborados en casa- con trozos de locos, camarones, pulpo y laminillas de parmigiano (12.900) de sabor inconmensurable, tanto como unos canelones con salsa pomodoro (al mismo valor) de poderoso sabor. Para finalizar, y siempre acompañado de tres tintos aprobados por el sommelier para la ocasión (Erasmo, Quinta Generación y Carménère microterroir de Casa Silva), un mix de carnes – Angus y costillas de cordero-, para disfrutar el origen carnívoro de este elegante lugar.

Pronto remodelarán. El paso del tiempo ha dejado sus huellas en los pisos de madera originales de la propiedad y que deberán ser reemplazados en el futuro cercano. Los nuevos restaurantes que han abierto sus puertas en Nueva Costanera obligan a estar permanentemente cuidando el elevado estándar que sus propietarios se autoimpusieron en su origen. El Ox es caro, no se avergüenza de ello y por lo mismo tiene un público fiel que lo sigue. Su objetivo es el mercado del lujo y ha mantenido su posición durante años sin modificar sus objetivos y eso lo convierte en un referente de una élite que siempre ha existido en nuestro país. (Juantonio Eymin)  

Ox: Av. Nueva Costanera 3960, Vitacura / 22799 0260