martes, 17 de octubre de 2017

MIS APUNTES


 
RUBAIYAT
Más allá de la buena carne
 Cuando Cabaña Las Lilas era uno de los destinos favoritos los turistas chilenos amantes de la carne que viajaban a Buenos Aires, jamás imaginaron que algún día podrían saborear los mismos platos sin moverse de nuestra capital.

El mítico restaurante bonaerense abrió sus puertas el año 1995 en el corazón de Puerto Madero, y desde ese entonces se convirtió en uno de los íconos gastronómicos de esa gran ciudad, donde con una sólida trayectoria de calidad y servicio conquista a todos los que visitan este baluarte carnívoro que forma parte de la cadena Rubaiyat y que el cronista gastronómico Álvaro Peralta resume en pocas líneas: “La historia es bastante conocida. Belarmino García –padre de Belarmino Iglesias– emigró en 1951 desde Galicia a Brasil, escapando de la pobreza y falta de oportunidades. Pasó por diversos oficios hasta que, años después, compró el restaurante Rubaiyat en San Pablo, del que antes había sido empleado y luego socio. Con técnicas aprendidas en Argentina, García montó una finca donde producía su propia carne, con lo que cautivó los paladares paulistas. Luego vendría la expansión a Buenos Aires (donde se asoció con los afamados ganaderos de Cabaña Las Lilas) y Madrid. Y en la década pasada, nuevos socios inyectaron capitales que les permitieron crecer en Brasil, México y Chile. Así empezó a cocinarse este imperio parrillero, que hoy tiene nueve restaurantes en cinco países (España, México, Argentina, Brasil y Chile) y mil empleados que atienden a un millón de comensales. Un negocio que factura casi 50 millones de dólares al año.”

Cerca de cumplir dos años en Santiago, Rubaiyat ha acaparado el interés de la prensa y del público en general, ya que satisface a un heterogéneo grupo de clientes, que no sólo lo visita por su carne a la parrilla, razón de ser de este lugar, sino por una amplia variedad gastronómica que incluye pescados y mariscos.

Con un servicio que debe ser uno de los mejores de la capital y una brigada de sala eficiente, conocedora y con sommelier incluido, cualquier visita se hace grata. Un pequeño lobby frente al bar para esperar mesa o para beber un cóctel antes de pasar al comedor, la acogida –recepcionista incluida- es de las mejores que se puede esperar. Ya en la mesa dispuesta, un pequeño appetizer prepara las papilas para lo que viene: un largo almuerzo para disfrutar sus últimas exclusividades y aciertos. Para iniciar la “tournée”, unos sabrosos Dados de atún marinados en soya y jengibre con palta y aceite de ají (9.200) y unos extraordinarios Locos a la parrilla (12.100), sobre un puré de papas, jamón serrano y espuma de caldo de locos y azafrán, para finalizar las entradas con unas ligeramente tostadas Mollejas de corazón a la parrilla “Cabaña Las Lilas” (8.900).

Antes de las carnes, objetivo principal de la visita, nos deleitamos con una majestuosa Fideuá de camarones al azafrán (14.500) y un blando y sabroso Pulpo al horno con pimentón dulce, camote asado, cebolla morada y aceite de ají (14.900). Una muestra para anticipar que el Rubaiyat es más que una parrilla de lujo, sino que también tiene una cocina sorprendente y novedosa.

Los cortes de carne van ligados a la tradición de Cabaña Las Lilas en dimensiones que casi obliga pedir medias porciones. Ojo de bife (380g, $18.900); Picaña (320g, $19.900); Bife de Chorizo (380g, $18.900) y Entraña –entre otras carnes- (350g, $19.500), nos confirma la razón del crecimiento de esta cadena internacional de restaurantes. El wagyu también tiene su espacio con cortes similares –y obvio-, con precios acorde al estatus de ser la mejor carne del mundo.

Pollo y cordero entre otras de sus especialidades, explican el éxito no tan sólo en las carnes, sino en una propuesta gastronómica que incluye una gigantesca carta de vinos que incluye 141 bodegas nacionales y 85 productores extranjeros del viejo y nuevo mundo, provenientes de Francia, España, Italia, Portugal, Alemania, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Perú y Nueva Zelanda, con la finalidad de ampliar la experiencia eno-gastronómica de sus clientes.

En resumen: calidad a toda prueba que satisface todas las expectativas, incluso la de los vegetarianos que buscan diferentes opciones gastronómicas a las ya conocidas. Demás decir que es caro, pero es una experiencia imperdible y memorable. (JAE) 

Rubaiyat / Nueva Costanera 4031, Vitacura / 22617 9800