EL REGRESO DEL VENDETTA
Vendetta
es una marca conocida. Partió en el Parque Arauco de las manos de una sociedad
compuesta por tres socios –uno de ellos arquitecto-, que le puso el diseño
imperecedero a este restaurante que con una cocina italiana / argentina inicialmente ejecutada por José Luis Marín,
cautivó a cientos de clientes que de la noche a la mañana se encontraron con un
local en remodelación y que nunca volvería a este famoso Boulevard.
Los
años han pasado. Los socios también han cambiado, y en la actualidad solo el arquitecto
es parte de la nueva sociedad que han instalado sendos restaurantes en el Mall
Plaza Egaña y en Plaza Vespucio. Pero la atracción está desde marzo de este año
en el Patio Bellavista, donde han puesto todas sus fichas para instalarse de
buena manera y volver a formar parte del circuito gastronómico de la capital,
desgraciadamente perdido cuando decidieron salir del Parque Arauco.
El
Patio Bellavista es otra cosa. De partida no es un Mall y tampoco sus clientes
son de este target. Acá el fenómeno es distinto y más competitivo. Por ello
decidieron ocupar grandes recursos en la habilitación de su nuevo local (que
antes pertenecía al Bellavista Grill). Grandes salones y terrazas con
diferentes diseños son un agrado a la hora de ingresar al lugar. Su carta es
una mezcla entre cocina italiana con algo de chilena (como las sopaipillas) y
argentina (como sus sorrentinos). Notablemente económicos son sus vinos (como
un Montes Rosé Cherub $ 9.800), y sus platos, más que nada tomando en cuenta la
cuantiosa inversión que debió hacer la
nueva sociedad para entrar en el Patio Bellavista, cuyos arriendos nunca han
sido económicos.
Un
buen Crudo –aliñado en la cocina- con papas fritas (7.200 y para compartir),
fue el inicio de esta jornada. A su lado (y para diferenciar las carnes) un
Carpaccio de res con queso azul, pecorino y alcaparras (igual valor, pero para
uno), da ánimos para que el lugar no descuide sus preparaciones. Como en Chile
ir a un restaurante italiano y no comer pizza es casi un pecado, optamos por la
“Al funghi trufado” (7.900), con mozzarella, pomodoro, ragú de champiñón
portobello, ostra y parís, queso pecorino romano, aceite de trufa y perejil, de
buena masa, sabor y calidad de sus ingredientes. De las pizzas –en general-
prefiero abstenerme, ya que cada uno tiene su favorita y en esos temas es mejor
no involucrarse.
Tres
platos de fondo para confirmar que acá hay un buen gusto por las pastas, sea
quien sea el que las haya fabricado, ya que se debe valorar el conjunto de cada
plato. Para comenzar, unos Fetuccini carbonara ($7.200 y uno de los platos
insignes de Italia), elaborados con guanciale ¿…?, yema de huevo, queso
pecorino, perejil y un toque de crema. Luego, unos Spaghetti con plateada
deshilachada (8.200), con salsa pomodoro, plateada deshilachada, pesto, queso
parmesano y perejil; para finalizar con unos Sorrentinos al pesto (7.900)
rellenos con mozzarella, aceituna negra, albahaca, tomate seco y servidos con
pesto de albahaca y un toque de crema. Por ahí, el guanciale no lo es y se
reemplaza por tocino y el exceso de crema puede poner el grito en el cielo a
algunos puristas, pero los resultados, dado el costo de los platos, es una
relación precio /calidad que ya se la quisieran muchos restaurantes italianos.
Acá
todo es atractivo: el diseño, servicio, su carta de bar, cervezas y vinos y
gran parte de su oferta gastronómica. Personalmente, con el ingreso del
Vendetta al Patio Bellavista, este lugar le pone pantalones largos y desafía al
resto de los restaurantes a evaluar sus condiciones y precios. Por todo lo que
ofrece Vendetta, le aseguramos un digno regreso al circuito gastronómico de la
ciudad. Se lo merece. (Juantonio Eymin)
Vendetta / Patio
Bellavista / Constitución 30, local 100 / 22249 8700