martes, 21 de agosto de 2012

LA NOTA DE LA SEMANA

EL PODER DE UN DESEO

Cada vez que nos ha tocado asistir a la entrega de un deseo que hace la fundación Make a Wish, la emoción embarga. Sin embargo es tan fuerte lo que se vive que en varias ocasiones hemos preferido obviar las situaciones y mirar de soslayo la presentación. Para los que aun no conocen esto de Make a Wish, les contamos que su principal función es entregarles un deseo a niños entre 3 y 18 años que padecen enfermedades de alto riesgo o una condición médica que amenace sus vidas. Ahí nos encontramos con esas palabras que nunca nos agradaría escuchar: cáncer, leucemia y la maldita palabra “terminal”. Esas que duelen y que por no ser parte de nuestras familias, las vemos lejanas y muchas veces poco nos importan.

Con presencia en 36 países del mundo, Make a Wish tiene una sede en Chile. Un grupo de esforzados voluntarios trabajan todo el año para cumplir los deseos de estos pequeños que seguramente no llegarán a convertirse en adultos. Lo que piden es poco: un perro, un computador, una bicicleta, conocer a un artista o algún jugador de fútbol, ser un superhéroe o una modelo. Son niños que quieren vivir pero íntimamente saben que no será así.

El poder de un deseo es importante, ya que más allá de cumplírselo, muchos niños mejoran sus condiciones médicas y siguen adelante un tiempo más. Pero cada día los deseos se suman y si bien los ejecutivos de Make a Wish en Chile logran conseguirse la mayoría de los “regalos”, la fundación requiere dinero en efectivo para las producciones y los anexos que se requieren para entregar estos deseos. Por ello, y desde el año pasado, se está realizando en Santiago y algunas regiones el programa Wish Dich, algo así como el plato del deseo, donde algunos restaurantes se comprometen a entregar el 20% de las ventas de un plato que ellos elijan, con la finalidad de financiar los sueños que la fundación estima en cien sueños, de aquí a diciembre.

Este año la fundación contará con el auspicio de varios restaurantes: Osadía, Temple, El Cid, Travesía (Sheraton Viña), W Santiago, Giratorio, Palacio Danubio Azul, Puerto Fuy, Tambo, Caprese, Noi Restaurant, Piegari, La Romería (Casa Atacama), Alto Las Leñas (Puma Lodge), La Breca (Crusoe Island Lodge), Mama Rosa (Indigo).

Como Lobby es mayoritariamente lectura del mundo gastronómico, nos encantaría que la próxima oportunidad que Make a Wish realice este programa en Chile, se sumen muchos más establecimientos. Posiblemente ésta sea la forma de que el mundo gastronómico le devuelva la mano al país, a través de una fundación que se preocupa de los que nosotros no nos preocupamos. En el resto del mundo, incluso Panamá y Perú, Make a Wish es altamente reconocida. En Chile ha costado un triunfo sacarla adelante. Aun así, Patricia Reyes, la encargada de esta fundación en Chile, está esperanzada en el futuro. Ella también está detrás de un deseo: que muchos más restaurantes se sumen a esta campaña. Ojala lo puedan lograr.