martes, 26 de noviembre de 2013

MIS APUNTES GASTRONÓMICOS

EL MERCADO TIRSO DE MOLINA

Es muy probable que el Mercado Tirso de Molina (una parte importante de la vega central), sea más conocido y admirado por los turistas que visitan la capital que los propios santiaguinos. De hecho, este típico lugar se ve tan lejano y perdido, que muchos prefieren abastecerse de frutas y verduras en las ferias de barrio o en los supermercados, a pesar de las grandes diferencias de calidad y de precio que hay entre este tipo de locales.

Abastecerse de frutas y verduras es la primera opción, algo que hacen en casi su totalidad los jefes y chefs de restaurantes de la ciudad. Sin embargo los turistas y muchos parroquianos que trabajan en las cercanías del mercado, disfrutan enormemente con la gran variedad de cocinerías que se ubican en el segundo piso de este complejo (escala mecánica incluida).

Pero demos una rápida vuelta al Mercado antes de entrar en materia. En el primer piso de este moderno edificio al que se llega fácilmente ya sea en auto (estacionamientos subterráneos), o Metro (estación Cal y Canto), diversos pasillos exhiben y venden una infinita variedad de frutas y verduras de la estación. Primores como sandías, melones y duraznos le dan un aroma especial a este amplio lugar de anchos pasillos y cómodas instalaciones. Productos peruanos, ecuatorianos y colombianos ya lograron su espacio y todo se entremezcla en una sabrosa globalización de colores y aromas. Acá se puede encontrar de todo y para todos, a precios increíblemente más económicos que en el local del barrio. Si le falta dinero, dos cajeros automáticos están a disposición del público y la seguridad del complejo lo transforma en un sitio donde no se aprecian mendigos ni pandillas.

En el segundo piso la vida cambia. Dos sectores no extremadamente definidos separan las cocinerías de la venta de ropa, perfumes y calzado. Zapatillas fluorescentes se fusionan con puestos de jugos de frutas (un modelo peruano que ha sido un éxito en la capital), además de dos decenas de locales con mesas bien puestas y bastante mejores que muchos boliches de comida de la zona. Allí hay que regodearse y mirar ya que la oferta es gigantesca. Platos típicos colombianos, ecuatorianos, mexicanos, brasileños y chilenos a precios ridículos y de gran calidad. Como no venden vino ni cervezas, sólo queda la opción del jugo o la Inca Kola, pero le aseguramos que con cuatro mil pesos, es posible que le alcance para la propina y para el Metro de regreso.

La gracia será conocer y sentarse en la cocinería que prefiera. No daré nombres ya que la intención es que conozca la variedad y no se deje llevar por un comentario. Al menos así lo hice: me senté en una cocinería y junto a una gaseosa, me sirvieron una más que generosa reineta frita con arroz y ensalada de tomate con “nieve”, plato con una fritura maravillosa y acompañamientos igual de buenos.

¿Olor a fritura o a grasa?  Ninguno. Por ello felices se ven los turistas que a esa hora almorzaban en los locales del mercado. No hay copas, pero si vasos limpios. Servilletas de género tampoco, pero sí una limpieza e higiene que ya se la quisiera el chino de la esquina de mi casa. Limpieza y sonrisas que abundan en los locales atendidos por mujeres de todos los colores y estilos. Sin gritos, sin música estridente ni cantantes “populares”, el Tirso de Molina se lleva las palmas esta semana en Planeta. Me juré regresar para probar un “cerdo con calabacita”, un plato mexicano que me tentó sobremanera. ¿Alguien me acompaña? (Juantonio Eymin)

MERCADO DE ABASTOS TIRSO DE MOLINA
Dirección: Artesanos 700, Recoleta

La privilegiada ubicación del Mercado de Abastos Tirso de Molina la hace un destino irresistible para visitarlo. La accesibilidad es por todos los puntos cardinales:

Por el Norte: Por independencia y Recoleta.
Por el Poniente: Costanera Norte salida Mercado Central, por Sta. María o por Gral. Mackenna
Por el Sur: Por Bandera, por Mac-Iver y Miraflores.
Por el Oriente: Por Bellavista, por Dardignac y por Costanera Norte salida Artesanos.
A metros del Metro Cal y Canto.