SERVICIO, SERVICIO, SERVICIO
Una de las grandes gracias de Lobby es
que es leída por una importante cantidad de empresarios gastronómicos. Ellos,
por su actividad, poco tiempo tienen para visitar otros establecimientos y se
nutren de las crónicas de nuestra revista. Eso lo agradecemos y muchas veces les
escribimos a ellos para que se formen una idea de lo que está pasando en esto
de la gastronomía en nuestro país.
Y hay detalles que subsanar. Tremendos
detalles como es el servicio. Sin escuela ni nadie que les enseñe, los mozos y
mozas en nuestro país se forman a costalazo limpio y nadie les enseña que si
hacen un buen servicio su utilidad será infinitamente superior si lo realizan
de mala gana o con poco profesionalismo.
Acá pierden todos. El dueño del local,
el encargado del servicio y toda una cadena de alimentos y bebidas que está a
su disposición. La propina, y veámoslo de otro modo, es un premio a la buena
disposición de la persona que atiende una mesa. Y no son nada de malas y muchas
veces superan el sueldo de un profesional. Y eso lo saben los viejos garzones
que mantienen una familia con su trabajo. El problema es que nuestro sistema
está caduco. Pocos mozos y mozas buenos están en nuestros restaurantes. No se
saben las cartas y recitan un monólogo de atracciones sin ganas de vender. Y
eso va en perjuicio de todos.
Es posible que este mensaje no le interese a ningún propietario de restaurante. Sin embargo, para el
lector común el servicio es esencial cuando visita un restaurante. En
definitiva hay que sacarse la venda que muchos empresarios tienen en los ojos y
comenzar a profesionalizar el sector. Ser mozo no es un karma. Al contrario,
puede llegar a ser una bendición.
Comencemos, entonces, a darle valor a la
profesión del servicio. Ellos ayudan a vender y son nuestros “supervisores de
sala”. Sabemos que es tedioso formarlos para que luego ellos se vayan a otro
restaurante porque las posibilidades económicas son mejores. Pero si entre
todos logramos formar un buen equipo, no cabe duda que nuestra actividad
crecerá en forma importante. Y un dato. Cada año el Círculo de Cronistas
Gastronómicos busca el mejor servicio que brindan los restaurantes y pocas
veces logra dar con uno que merezca un reconocimiento. Y ese es un buen
indicador de que las cosas no van por buen camino. (JAE)