martes, 11 de noviembre de 2014

MIS APUNTES

VIDA DE BAR
(Bares para conversar)

Un bar es más que una barra. En un bar -donde cada mesa es un universo cerrado y el tiempo se mide en botellas-, hay comunicación. De tal modo que al entrar a un bar lo primero que se percibe es un murmullo de voces de muy distinta procedencia. En la semipenumbra de un bar no hay temas banales ni celulares activados. Cada grupo parece estar sumergido en la búsqueda de la comunicación verdadera que no da cabida a trascendencia alguna. Por ello presentamos los 10 mejores bares donde aún es posible conversar una buena copa de vino o un cóctel de verdad. JAE. (Versión original publicada en revista Placeres, agosto 2014)

RITZ CARLTON
Una mezcla entre lo inglés y lo oriental fue lo que el decorador Sergio Echeverría quiso reflejar en este exclusivo bar. Sillones victorianos y lámparas hechas de jarrones Médici con pantallas de seda Ralph Laurent, complementan las mesas de centro chinas y los jarrones japoneses. La barra es de un imponente mármol negro y en ella sólo caben seis personas, aunque hay bastante espacio y lugares donde sentarse alrededor. Empresarios y políticos se mezclan con turistas de alto nivel en charlas interminables con los mejores vinos y licores del mundo (El Alcalde 15, Las Condes)

DON RODRIGO
Apetecido por la bohemia del barrio Lastarria, este bar es pequeño pero muy acogedor. Con cuadros de la época, paredes de terciopelo y garzones con corbata humita, lo convierten un fenómeno mediático. La música de piano (en vivo y desafinado) transporta a los años 50, deseando entrar con sombrero de fieltro y pedir un trago como todo un John Dillinger. Una amplia carta de tragos, desde simples piscolas y cervezas hasta whiskys de malta, hace el resto. Un imperdible para los noctámbulos santiaguinos (Victoria Subercaseaux 355, Barrio Lastarria)

BAR ARAUCARIA - Puerto Varas
Sillones de cuero y pieles para el abrigo son la tónica de este provisto bar de Puerto Varas. Acogedor y amable, es uno de los espacios mejores logrados del hotel Cumbres. Turistas y residentes lo han convertido en uno de los favoritos a la hora del happy hour y punto de reunión de toda la sociedad sureña. Beber un Martini a la hora del ocaso, acá es una experiencia casi religiosa. (Imperial 0561, Puerto Varas)

 

BAR LA PLAYA - Valparaíso
Clásico entre los clásicos, el porteño bar La Playa era sitio de reunión de aduaneros y navegantes. Se inauguró en 1908 y tenía fama de antro sexual, pero nunca fue un prostíbulo. Por las noches se hacían cenas bailables, donde las invitadas no eran precisamente esposas de los parroquianos, sino sus amantes. De día era el típico bar de puerto donde los varones pasaban las horas tomando y comiendo. Hoy tienen diversos públicos, desde jóvenes de 18 años a adultos con más de 60. A veces llegan señores que dicen “hace treinta años que no vengo, pero yo vine durante treinta años”.  (Cochrane 568, Valparaíso)

LA DESTILERÍA
Cerca de quince años estuvo abandonada una casa esquina emplazada a metros de la Municipalidad de Ñuñoa. El sommelier Hugo Córdova, uno de sus propietarios, se fijó en esta propiedad abandonada, que con el tiempo y la paciencia de dos de sus socios la convirtieron en un bar de tomo y lomo. La gracia es que es un bar como los de antes, donde se puede beber lo que desee sin que nadie lo esté apurando para que pida algo más y donde encuentra destilados de primer nivel a muy buen precio. No se trata de tomar más, sino de beber mejor, dicen en el lugar. A pesar de sus bajos precios, tienen su target muy definido y por ello suma clientes. (Manuel de Salas 155, Ñuñoa)

VÉRTIGO - Pucón
Con una espectacular vista al lago y volcán Villarrica, el bar Vértigo del hotel Villarrica Park Lake es uno de los grandes referentes de la zona. Nuevo –por así decirlo-, su amplia gama de vinos, licores y cervezas lo hacen el preferido no sólo de los pasajeros del hotel, sino de todos los que visitan la zona ya sea por la nieve o por sus playas. El Bloody Mary que prepara su barman, uno de los mejores del país, lo hace destacarse entre los mejores de la zona. (Camino Villarrica – Pucón, Km. 13)

 

BAR UNIÓN
Algunos de sus habitúes cuentan que el local, con sus elegantes mamparas y decoración tipo bar británico, fue fundado alrededor del año 1940. Su época de oro y más romántica parece comenzar en 1979, cuando se consagra como un lugar muy parecido al de los ya desaparecidos clubes ligados a la intelectualidad o la deliberación. De rica comida casera y de buen ambiente para la sobremesa, ha recibido a clientes hípicos, herederos, cinéfilos, anticuarios y abogados. Sin embargo, uno de los personajes íconos del bar fue el poeta Jorge Teillier, quien junto a Rolando Cárdenas, fueron de los primeros en popularizar el local entre los literatos de la época del ’50. (Nueva York 11, Santiago Centro)

BAR CINZANO . Valparaíso
El bar tradicional más conocido de Valparaíso es el Cinzano. Creado en 1896, el bar pertenecía a un circuito de locales afines: el Neptuno, Alemán, Chile y Pajarito. Cada cual tenía su público cautivo, pero todos cerraban más temprano que el Cinzano, por lo que ahí llegaban los que no estaban listos para terminar la noche. Sin embargo, no era una taberna de mala muerte, sino un bar de hombres, donde se hacían campeonatos de juegos de mesa. No había espectáculos en vivo, como ahora. La única música que se escuchaba era el chicotear de los cachos y los golpes del dominó. Si visitó la ciudad y no ha estado en el Cinzano, no ha estado en Valparaíso, le dicen a los visitantes. Su mayor atractivo actual son las noches de tango y boleros en vivo. (Plaza Aníbal Pinto 1182, Valparaíso)

BAR INGLÉS - Valparaíso
El Bar Inglés data de 1916, abierto por un bodeguero suizo que encontró el amor en Valparaíso. Al notar que la mayoría de los grandes señores eran británicos, lo bautizó Inglés, para asegurar clientela. Le fue bien, sobre todo porque era el único lugar con distintas marcas importadas de whisky, que conseguía con sus contactos en los buques extranjeros. Su fama fue tanta que un chileno acaudalado le ofreció lo impensable por el negocio y el suizo aceptó. Cuenta la leyenda que al par de semanas el bar pasó de ser un lugar elegante y discreto a tener sobre su barra cabezas de chancho, perniles y jarras de chicha. Los ingleses habitué fueron en busca del suizo exigiendo que abriera otro local; desde entonces su nombre completo es Antiguo Bar Inglés. Durante la primera mitad del siglo XIX sus clientes fueron hombres de negocios, en su mayoría extranjeros, relacionados con la banca y con empresas locales. (Cochrane 851, Valparaíso)

DUKE’S
El bar del hotel Grand Hyatt santiaguino tiene varias gracias: se puede conversar ya que es tranquilo, pero también es posible escuchar lo mejor del jazz, gracias a un programa anual de visitas extranjeras e incluso bailar, al son de suaves melodías. Atípico dentro del circuito de bares, su permanente semipenumbra lo hace ideal a la hora de iniciar una cita romántica. Buena coctelería y vinos en un lugar agradable y elegante. (Av. Kennedy 4601. Las Condes).