CHILE A LA PARRILLA
Poco importa el
efecto invernadero o el esmog. Durante dos semanas prenderemos todo tipo de
parrillas para festejar nuestras fiestas patrias.
Asados,
empanadas, choripanes, pebre, causeo, vino blanco y del otro, pisco sour,
borgoña, del blanco con chirimoya; papas con mayonesa y “chilena” con cebolla
de guarda; fierritos y piscolas; chicha dulce y de la otra; costillar picante,
prietas, mote con huesillos y un largo etcétera nos esperan para estas fiestas
que ya comienzan.
Es que el 18
se celebrará a concho. Así nos enseñaron y la costumbre sigue igual desde
épocas remotas. Por unos días se dejan de lado los test de colesterol y de
triglicéridos para sentirnos más chilenos y disfrutar nuestras famosas fiestas
patrias. Chilenitis le llamaban los gringos cuando venían al país y quedaban
con el estómago destrozado ya que la chicha no era la más cristiana de las
bebidas. Chilenitis le llamamos nosotros al exceso de fervor de estas fiestas y
de nuestro folclore que sólo gozamos unos días al año (algunos más que otros
objetivamente).
Según los
médicos (y a veces hay que creerles), la resaca es el resultado de la
intoxicación del organismo provocada por la ingesta de una dosis excesiva del
alcohol. El cuerpo se protege de la intoxicación y segrega enzimas que
metabolizan y desechan las toxinas. Sin embargo, cuando la ingesta de alcohol
es mayor a la normal, la capacidad del organismo para metabolizarlo es menor y
se presentan los síntomas de la resaca.
¿Cómo
ponerse a tono? Bien. Como la resaca en estas fiestas es algo habitual y dos
días de excesos le llaman en Francia “geule de bois” y los anglosajones hablan
de “hangover”, nuestra popular caña podemos curarla con varios condumios y
bebistrajos. Para este cronista, sin ser un experto en la materia, mi decálogo
para este 18 sería el siguiente:
III. No le pido que
beba con moderación. Eso es un
imposible. Pero, cuando regrese a casa no olvide tomarse dos paracetamoles
antes de acostarse. Con agua potable eso sí, aunque piense que ese líquido
transparente es dañino y le puede hacer mal.
IV. No se ponga
cariñoso. Deje dormir tranquilo al “regalón de la provincia”. Una
cosa es lo que usted cree y la otra es lo que usted puede.
V. Si va al baño de madrugada, medio cureña, haga pipí sentado. Así evitara mojar
todas las cerámicas ya que si no le achunta al WC sano y bueno, con alcohol la
cosa se pone complicada.
VI. Levántese el
domingo, dúchese y no se ponga esa polera regalona llena de hoyos
que tiene para sus horas de ocio. Haga como si no pasara nada. Estará medio
mareado aún, pero consérvese digno. ¡Hace años que quiero comerme unos huevos a
la ostra!, dígale a los suyos mientras busca en los anaqueles tabasco, limones
y pimienta. No deje que nadie se los prepare. En esto, hay que ser estoico.
VII. ¡Hay que festejar con cerveza!, es lo que se le debe ocurrir para aminorar los efectos de la caña del día anterior. La cerveza ayudará a recuperar la deshidratación producida por todo lo que bebió el 18 y el 19. Los franceses del sur sanan la resaca con un vasito de pastis y los ingleses con una pócima de gin y tabasco. Acá, nosotros, lo sudacas, lo hacemos con birras… ¡Vivan las chelas!
VIII. Aperitivo. Y no hay otro: bloddy Mary. Ni se le ocurra un pisco
sour. Eso lo reventará. El bloody Mary sana hasta los malos pensamientos. Por
muy mal que se sienta, esta mezcla de vodka, jugo de tomates, tabasco, salsa
Worcestershire (inglesa), limón, sal, apio y pimienta, es para renovar votos.
Hay algunos que le colocan un chorrito de brandy. Pero les aseguro que un buen
bloody Mary los dejará más que contentos y con ganas de seguir la fiesta.
IX.
Almuerce algo fresco. No estamos para porotos granados. Un cebiche
bien condimentado con su leche de tigre correspondiente. Harta ensalada de
tomate, pepino (ojalá un jugo de pepinos) y cuanta verdura exista. Unas láminas
del asado del día anterior y una buena botella de un frío sauvignon blanc. No
se exceda.
X. Siesta.
Imprescindible para partir el lunes en buena forma. Un tutito a media tarde es
de lo más aconsejable. Bien harían dos paracetamoles nuevamente. Descanse.
Dispóngase a ver películas viejas en su TV o déjese llevar por esas adormiladas
voces del Natgeo. Por delante vienen más festejos… y hay que agarrar fuerzas
dar los abrazos de año nuevo. (JAE)