BITTER ARAUCANO
Un clásico
“underground”
La crisis
llegó y más vale la pena trabajar, es la opinión de muchos. A decir verdad será
sólo un fin de semana largo donde reinarán las fondas y ramadas, más los
típicos asados familiares y reuniones de amigos. Aun así, la ingesta de
alimentos será abundante, razón fundamental para recomendarles a nuestros
rectores este bitter nacido y criado en Valparaíso, santo remedio para todos
los desequilibrios gastronómicos, muy comunes en nuestras fiestas patrias.
“La
experiencia es la madre de la ciencia”, reza el refrán y tiene toda la razón.
Valga y venga un ejemplo. Hace un par de años y durante el concurso de
empanadas que el Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile realiza hace ya
doce años, me tocó la tarea (grata e ingrata) de catar en dos días consecutivos
la no poca cantidad de setenta muestras. Es cierto que los jurados debemos
comer sólo un tercio de cada una de ellas, pero los dos tercios de setenta
empanadas son cerca de 24 ejemplares donde la cebolla es uno de los principales
ingredientes.
¿Sería capaz
el lector de hacer tal desarreglo culinario?
Creo que no,
ya que la ingesta es muy potente. Recuerdo como si fuera hoy cuando Atilio
Barbieri, dueño de casa donde realizábamos este ejercicio anual, al vernos extenuados
tras una cata “encebollada”, aparece con sendos vasos con un algo oscuro
adentro. - “Bébanlo”, comenta. Se acordarán de mí.
Lo bebimos.
Indescriptible sabor en aquél entonces. Notas amargas y dulces, alcohólicas y
notas a tónico farmacéutico. ¿Qué es?, pregunté.
- Araucano,
respondió.
Desde ese
entonces el Araucano forma parte de mis bajativos favoritos. De noche ya, luego
de la ingesta, nada me hizo recordar las empanadas catadas en la ocasión. Dormí
como un bebé.
La historia
del famoso licor oriundo de tierras porteñas, precede a las leyendas que se han
escuchado con el paso de los años. A grandes rasgos sólo se sabe que fue creado
originalmente por Fritz Hausser, un alemán que vivió en Valparaíso a mediados
del siglo pasado.
Fritz
Hausser soñaba en su natal ciudad de St. Ingbert en Alemania, con convertirse
en un pianista concertista. Sin embargo, su padre lo convenció de realizar sus
estudios en Química-Farmacéutica, los que finalmente llevó a cabo en la ciudad
de München. Es así como, posteriormente, las vueltas de la vida lo llevaron a
la edad de 30 años, a desembarcarse en el puerto de Valparaíso en 1913. En un
principio el viaje tenía como destino ver a su hermana que vivía en esa ciudad,
sin embargo el encanto del puerto lo llevó a quedarse.
Reconocido
como un hombre muy talentoso, amante de las artes y un gran pianista
aficionado, Hausser estableció en la calle Esmeralda, cerca de la plaza Aníbal
Pinto, la farmacia "El León", en donde a mediados de la década de
1920 creó y comenzó a desarrollar el famoso licor "Araucano".
Pensado
siempre como un bajativo estomacal, un bitter, resultó ser muy popular entre
los inmigrantes del puerto.
Al fallecer
Fritz Hausser en 1940, a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, su familia no
pudo mantener la farmacia a raíz de la situación económica. Las repercusiones
del conflicto que llegaron a Chile y otros avatares de la vida hicieron que la
viuda, doña Elfriede Scheuch Grebe, decidiera vender la farmacia y con ésta,
también la receta del "Araucano".
Esta última
fue vendida a la familia Leporatti, el que posteriormente la vendió a don
Virgilio Brusco, quien se encargó de producir el licor en su compañía familiar,
en donde su hijo Emilio ha continuado con la tradición.
La única
condición que Doña Elfriede puso al vender la receta, fue que el nombre de su
amado esposo, Fritz Hausser, se mantuviera en la etiqueta del licor para la
posteridad, en honor a su creador y es así como se ha hecho desde aquel
momento.
El Araucano
representa la tradición de los primeros tónicos estomacales que se fabricaron
en las boticas del país, cuando concebir un espasmolítico era producto de la
mente febril del hombre. Por eso Francisco Brusco descendiente de don Virgilio
Brusco, quien fundara todo este imperio de sabores y aromas en 1906, guarda la
receta de las 23 hierbas que conforman el brebaje en el total hermetismo.
En la
fábrica existe un diploma donde dice: "Exposición Industrial de
Valparaíso, en el Centenario 1810 - 1910. El Jurado de la Décima sección otorga
un premio de Primera Clase a Don Virgilio Brusco, por su vino de quima".
Sin mayor
marketing que el que nace de boca en boca, este licor estomacal se ha
posicionado gracias a lo que parece ser su sello de marca, la calidad. Es
posible encontrarlo a lo largo de todo el país, desde la botillería de la
esquina hasta los grandes supermercados.
La
producción de Bitter Araucano es pequeña. 9.000 botellas mensuales, por lo
general de acuerdo a los pedidos de cada mes. De ellas, hay 2.000 que se van a
Alemania. Aunque el número está a punto de incrementarse.
Y créanme.
Si bien esta profesión es envidiable, muchas veces tenemos desafíos que no son
gratos. Para esos momentos y aunque parezca cliché, Araucano es una de las
grandes soluciones. Nada me liga a la empresa que lo elabora ni a su
distribuidora. Sólo les aconsejo que si en estas fiestas la comida y la bebida
es abundante, no piense en sal de fruta, piense en un Araucano. ¡Salud! (JAE)