VISTA
SANTIAGO
Lo que fue un día la
famosa Enoteca, hoy se ha transformado en un complejo ideal para eventos de todo
tipo, restaurante incluido
El cerro San Cristóbal
–el pulmón verde más grande de Santiago- no sólo es propicio para los
deportistas o amantes de la naturaleza, ya que en una de sus laderas se
habilitó un gran espacio para realizar eventos de todo tipo al que le suma un
restaurante que podría convertirse en uno de los más importantes de la ciudad.
Es raro. Pero cuando
recibí una invitación para conocer el restaurante de este nuevo centro de
eventos, mis expectativas eran bastante escasas. Por años el lugar se llamó La
Enoteca y tras un período de oro en los años 90, fue perdiendo popularidad y
prestigio. Luego, las autoridades que manejan el equilibrio del cerro –el
Ministerio de Vivienda- resolvieron llamar a una nueva licitación de las
instalaciones, las cuales fueron absolutamente remodeladas y convertidas en un
centro de eventos de gran nivel.
Los nuevos propietarios
de la concesión decidieron dejar un espacio reservado para un restaurante, con
la finalidad de atraer turistas en forma independiente de los eventos que se
realizan en el lugar. Allí llegué la semana pasada a conocer su propuesta, una
que me sorprendió y a la vez me hizo comprender las dificultades burocráticas
que deben sortear los administradores del lugar para recibir a los turistas y
clientes.
El Vista Santiago se
encuentra en las cercanías del ingreso Pedro de Valdivia y sólo se puede llegar
en vehículo o taxi. El primer escollo es el “peaje” de ingreso al Parque
($3.000) que si bien se descuenta de la cuenta total del consumo, igual es un
tema engorroso. Luego, y para los que no se ubican bien en el cerro, el lugar
está fuera de la vista del conductor y sólo un par de letreros indican el
camino correcto. Si nos ponemos en el caso de que todo va perfecto, en un par
de minutos se puede lograr el objetivo de llegar al restaurante. Un detalle no
menor ya que en una ocasión llegué a la cumbre del cerro, vía taxista que no
conocía el lugar.
Dejando atrás las
aventuras o desventuras, el lugar es cómodo sin ser estéticamente bonito. Buenas
butacas de color rojo y mesas de madera noble con floreros recibe a los
comensales. Posiblemente el horario de cena es más conveniente que el de
almuerzo para no ver los detalles de su infraestructura, pero bien vale que los
administradores hagan un esfuerzo para mejorar unas instalaciones que podrían
ser de primera.
Rica comida. Eso hay
que recalcarlo y agradecer el esfuerzo del chef Nicolás Berrios, que convirtió
el almuerzo en una buena velada. Aparte de un cebiche (algo que todos los
restaurantes ofrecen sí o sí) donde el camote sobrepasaba la textura y sabor
del salmón y el pescado del día, aparece una pastelera de lujo (7.200) acompañada
de champiñones en una receta de muy buen nivel. También, un Tataki de atún rojo
de buen sabor y frescor, finalizando con un atractivo y perfecto Risotto elaborado
a la minuta, algo bastante poco frecuente en nuestros restaurantes
santiaguinos.En carne y pescados destacó un Congrio al horno con arroz salvaje (10.500) y un blando y gustoso Ciervo (13.500), dos preparaciones de buen nivel y calidad.
El servicio debe mejorar. Como dice el refrán “no hay mejor sabor que el de una buena atención”. La majestuosidad del panorama que se logra disfrutar desde las alturas, es inigualable. Si tienen una gastronomía que está en un buen nivel y mucho tiempo para desarrollar un proyecto interesante, creo que vale la pena invertir en esos detalles que podrían hacer de Vista Santiago un gran referente gastronómico. Muchos empresarios se quisieran un lugar como éste. (Juantonio Eymin)
Vista Santiago: Cerro San Cristóbal (ingreso por la Av. Pedro de
Valdivia) / 223 354 463