martes, 23 de agosto de 2016

BREBAJES


 
LA BILZ, UNA GASEOSA CON HISTORIA
 
Uno de los refrescos más antiguos de la historia comercial chilena es la "Bilz", bebida gaseosa que actualmente hace una dupla inseparable con su hermana "Pap", para la venta orientada especialmente al público infantil, con dos mascotas extraterrestres (Bily y Maik) creadas en 1997 y aún vigentes. Sin embargo, la "Bilz" comenzó sus días como un producto muy distinto: un brebaje de fantasía sin alcohol, dirigido a abstemios y personas adultas imposibilitadas por salud de beber bebidas alcohólicas.

La historia de la "Bilz" no nace en Chile: corresponde en realidad a una marca internacional de bebidas creada por el médico naturista alemán Friedrich Eduard Bilz, que adoptó nombres comerciales como "Bilz-Brause" y "Bilz-Limetta". Comenzó a ser producida y comerciada por el empresario Franz Hartmann, y se ofrecía también como una bebida de características digestivas y casi medicinales, tal como se observa en el origen de muchas otras famosas gaseosas. Sin embargo, al comenzar a ser plagiada masivamente la marca por otras compañías y en otros países, hacia 1905 fue cambiado el nombre del producto, surgiendo así la marca "Sinalco", que aún se conserva para la famosa bebida alemana.
Se cuenta que uno de los supuestos "copiones" que imitaron la idea de la bebida apropiándose hasta de la marca habría sido el ciudadano de origen bávaro residente en Chile, Andrés Ebner Anzenhofer, pero su propaganda aseguraba que era en realidad una concesionaria de la "Sinalco" en Chile. Ebner era propietario de una famosa cervecería con su apellido cuyas enormes ex instalaciones se encuentran todavía en avenida Independencia 565, en calidad de Monumento Histórico Nacional.

Allí, en esas instalaciones, Ebner comenzó a embotellar su propia "Bilz" haciendo un lanzamiento oficial del producto en el Teatro Municipal de Santiago. La aparición del producto ha sido fechada en 1902, no obstante que hay ciertas referencias publicitarias que permiten suponer que es definitivamente anterior a ese año. La compañía de Ebner llegó a ser la más importante de su tipo hacia los días del Primer Centenario de la República, por volúmenes de producción. Ese mismo año de 1910, la revista "Sucesos" hablaba de ella como "la fábrica de aguas gaseosas más extensa de la República, acreditada por la muy renombrada y afamada bebida Bilz".
Seis años después, en 1916, la Cervecería Ebner fue comprada por la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), formada en 1902 y luego que la Fábrica Nacional de Cerveza se convirtiera en sociedad anónima. La misma empresa comenzó a comprar a otras compañías y plantas, como la Fábrica Andwanter, Agua Mineral Cachantún y la Fábrica de Cerveza de Valparaíso, hasta convertirse en la embotelladora más grande de todo el mercado nacional.

En todos estos años de crecimiento, la CCU conservó la "Bilz" como uno de sus tradicionales productos y sin variar su fórmula con sabor "parecido" a frambuesa o guinda, promocionándola en los años cuarenta y cincuenta con mensajes narrativos más vinculados a la publicidad contemporánea, en el sentido de predicar lealtad al producto más que condiciones específicas del mismo, como: "Una preferencia que nunca se olvida" y "El refresco amigo de toda la vida". El eslogan era entonces "Siempre Bilz".
En la segunda mitad de los cincuenta son populares sus calendarios publicitarios, inspirados en las hermosas y sensuales ilustraciones pin-ups que estaban de moda en los Estados Unidos en aquellos días de la post Segunda Guerra Mundial. Esto pone en evidencia que el público al que se orientaba la bebida seguía siendo principalmente adulto, pero es necesario observar que, ya en esa misma década, comenzaron a aparecer avisos donde salían niños o adolescentes bebiendo chispeantes vasos de "Bilz" en bellas ilustraciones a color o en blanco y negro que eran publicadas en las revistas, como invitando a los padres a compartir la gaseosa con sus niños.

Desde los años veinte se había adicionado a la producción de la CCU otra famosa bebida llamada "Papaya Rex" con sabor de imitación a la fruta, que en los años sesenta y setenta comenzó a ser publicitada conjuntamente con la "Bilz" pero con un nombre más corto: "Pap". Desde entonces, ambas gaseosas han sido productos hermanos e inseparables que hacen indiscutible su relevancia como un histórico producto nacional, como fue su ingreso al reputado y selecto Marketing Hall of Fame. (Cristian Salazar)