EL ORIGEN DEL BISTRÓ
Muchos
pondrían las manos en el fuego asegurando que la palabra “bistró”, hoy de uso
universal, deriva de la francesa “bistrot”. Incluso en la adaptación del
término a la lengua italiana, se indica en el Diccionario Treccani que
significa “vertido de vino y también pequeño y modesto café”. Sin embargo, si
se quiere ir más lejos, se puede decir que la palabra francesa viene del ruso (según una nota recientemente publicada por
la Academia Italiana de la Cocina). De hecho, Gérald Heim de Balsac,
Secretario General de la Academie Internationale de la Gastronomie, señala que
en ruso la palabra “bistró” significa “rápido”, y narra la siguiente breve y
poco conocida historia: algunos soldados rusos, que en 1814 participaban en la
ocupación de París tras la derrota de Napoleón, fueron autorizados, ya muy
avanzada la tarde, a dejar por un corto tiempo las barracas en que alojaban.
Como estaban apurados, se dirigieron a beber a un café cercano gritando:
“¡Bystró, bystró!” porque debían retornar a su cuartel lo antes posible. A
partir de ahí los franceses llamaron
“bistrot” a sus pequeños cafés donde los clientes esperan un rápido
servicio.