miércoles, 2 de noviembre de 2011

LA NOTA DE LA SEMANA



CURICÓ
La capital de las plateadas

El doctor Roberto Marin Vivado en su libro “Chilenos cocinando a la chilena”, da en el clavo. Según él, nuestra plateada es la mejor del mundo, ya que este corte de carne no lo ocupan en otras latitudes.


Su receta es extrema: “Sóbela con 4 dientes de ajo molidos, espolvoree sal (en este caso no hay inconveniente en poner la sal en crudo porque la carne será cocida en forma prolongada) y abundante pimienta recién molida, por lo menos 2 ó 3 cucharaditas. Póngala en una bolsa de polietileno, agréguele 3 cucharadas de buen vinagre tinto y 3 cucharadas de aceite. Cierre la bolsa eliminando el aire y ponga en el sector de las verduras del refrigerador por 1 ó 2 días. Pasado este tiempo la carne se habrá impregnado con el adobo y esta maceración habrá contribuido a ablandar la plateada, de natural muy dura.”


Pero no sólo el Dr. Marin sabe de plateadas. Hace un par de años llegamos a Romeral (en las cercanías de Curico), a probar las que elabora doña Raquel Orellana. Sabrosa, blanda y suave. Todo un must para una carne difícil de trabajar.

Curicó se contagió con este ejemplo y el fin de semana pasado la Municipalidad de la comuna organizó el Primer Concurso de Plateadas con los restaurantes más conocidos de la ciudad. Tuvimos la suerte de participar como jurados en esta actividad y realmente fue una experiencia única. Cerca de una decena de plateadas distintas y elaboradas con todo el cariño por los chefs participantes.

La gracia fue que todas eran diferentes. No había un acuerdo en su forma de preparación. Degustamos algunas con cerveza; unas con vino tinto y otras con blanco, tal como las preparan en sus establecimientos. Sin destacar ganadores, pensamos que el gran triunfador de esta actividad fue Curicó, una comuna huasa por excelencia donde manda la comida campesina y los buenos vinos. Lo que si nos queda claro es que esa ciudad nos esta dando clases de chilenidad y eso hay que agradecerlo. En octubre las plateadas; los caldillos y cazuelas en pleno invierno; vinos y viñas por doquier y una actividad permanente en base a las delicias de la zona. Maily Chiang, chilena de cepa y de orígenes chinos, maneja las intrincadas madejas del turismo en la zona desde su puesto en la municipalidad. Gracias a ella participamos en este concurso gastronómico que esta convirtiendo a Curicó como la capital de las plateadas. Acá no hay ganadores ni perdedores. No hay triunfalismos. Solo hay deseos de hacer las cosas bien y de convertir a Curicó como un destino de jerarquía.

A decir verdad, pocas ciudades cuidan sus intereses y los divulgan. Los diez dedos de las manos sobran para cuantificar la promoción como destino turístico. Es un sueño pensar que los visitantes llegarán algún día motivados por nada. De los más de 300 municipios que tenemos en nuestro país, pocos se preocupan del turismo. Ahí hay una tarea pendiente. Y sinceramente no es un problema de recursos… es de imaginación.

Y en eso, Curicó nos está dando un ejemplo.