martes, 19 de noviembre de 2013

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

UNO COME
CARLOS REYES
(NOVIEMBRE) LA TECLA (Jorge Washington 164, Plaza Ñuñoa, fono 2274 3603):”Carta breve, concisa y precisa; ok, punto a favor. Vino tibio (un ensamblaje Oveja Negra syrah carmenere), marca en contra pensando en estas tardes-noches que requieren bebidas frías (ese vino a 16ºC gana mucho). Luego una comida cuya especialidad son los panqueques, bajo un nivel de precios que lo hace atractivo respecto al barrio. Así llegó la versión clásica, de la casa; con algo de carne de chancho, champiñones y tocino; dentro de un lebrillo de greda donde resaltaba un gratinado tímido. La masa no estaba visible, pero al cuchareo resultó delgada, entresacada con la leche/queso que rondaban en abundancia. Había carne, también tocino, pero sencillamente no entregaban sabor porque nadaban en un mar lácteo, al que echarle más sal o lo que fuera daba lo mismo. Se sabe que la chilenidad es amiga de la suavidad en las sazones, pero acá los extremos son evidentes. Lo mismo para unas Machas a la parmesana, a las que se le puede perdonar su gratinado cero; incluso su exceso de queso en relación a unas lenguas de marisco de un tamaño reñido con la ecología, pero no una sazón casi nula, que no propone nada más que un plato caliente en la medianía de la medianía. No, no es desagradable pasar el rato en este clásico del barrio. Sólo el pasado se les instaló en su propuesta, y al parecer no sale más.

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(NOVIEMBRE) HOTEL ANTUMALAL (Kilómetro 2, Camino Pucón-Villarrica, fono 45-244 1011): “La carta breve presagia buenas nuevas. Merluza austral, con fina cubierta de migas, perejil y limón, escoltada por puré con aceitunas ($10.000): es de lo más sencillo y perfecto que hayamos probado últimamente, en concepción y ejecución. Excelente también la trucha al vapor que hicimos acompañar con salteado de callampas y piñones ($10.000): sencillo, directo, atinado uso de productos regionales. Hay también salmón con espinacas, corvina con quínoa, pescado del día con ensaladas ($10.000).” “Bienvenido amarre a la tradición: fettuccini con carne mechada, caldillo de congrio. ¡Estamos en Chile! Atendidos un par de detalles en postres y acompañamientos, esta cocina está a un paso de la perfección”

WIKEN
ESTEBAN CABEZAS
(NOVIEMBRE) HOLM (Padre Mariano 125, Providencia, fono 9-5795049): “Bueno. Buenísimo. Distinto. Con buena onda. Barato. Bien decorado. Rápido de verdad.” “Para hacerse una idea: fideos con pesto, pero no del clásico. Un mix de papas, brócoli y espárragos, zapallo horneado con naranja, ensalada de porotos con frutillas, repollo con curry (rico, rico). El mister-chef tras la barra toma un plato con hojas de lechuga y hierbas sobre las que se puede servir una ensalada ($2.190), dos ($2.590) cuatro ($3.590) o hasta siete ($4.590), con un pedazo de pan rústico y se paga. Hay proteínas para agregar, como salmón marinado o lomo vuelta y vuelta ($3.490), pero se sugiere partir con una ensalada doble. La verdad, se queda absolutamente satisfecho por solo $2.590.” “También hay algunos postres, en potes plásticos, como una dulce panacota de vainilla ($990), pero aquí mandan definitivamente las ensaladas. Tras tres visitas, todas fueron una pura sorpresa de sabores.”

MUJER
PILAR HURTADO
(NOVIEMBRE) HOLM ((Padre Mariano 125, Providencia, fono 9-5795049):”El sistema es así: uno pasa por el sector jugos y elige el que quiere de la pizarra. Hay una atractiva y novedosa variedad, y puede ser normal o grande. Te preguntan el nombre, que luego escribirán en el vaso para no confundirlos. Después se pasa por la vitrina de ensaladas, donde se muestra la oferta, que cambia diariamente. Todas las ensaladas son en base a una mezcla de hojas verdes muy frescas y bonitas. Ese día había preparaciones con pasta, porotos negros, coliflor, repollos de colores. Las opciones son variadas y uno las construye a su gusto. Quienes quieren agregar pescado o carne pueden hacerlo pagando la porción.” “Me encantó. Es un lugar que hacía falta en Santiago (estoy consciente de que este tipo de locales no puede calificarse por su servicio, ya que es autoservicio. Aquí estamos puntuando el concepto, la calidad de materias primas y sabores de las preparaciones).”

NIRVINO
DANIEL GREVE
(NOVIEMBRE) LA MAR (Av. Nueva Costanera 4076, Vitacura, fono 2206 7839): “Podemos decir que fuimos testigos de la primera minga peruana. Apenas unas cuadras más hacia el norte, por la misma calle Nueva Costanera de Santiago, la nueva La Mar –el segundo proyecto con el que Gastón Acurio se consolidó Chile– se instala con idéntica forma y colores, como si la hubiesen sacado de cuajo e instalado en una acción comunitaria y afectiva. El restaurante parece ser el mismo, y lo es. La distribución, la decoración, todo es un dèja vú. Y aunque la terraza del primer piso es más pequeña, ahora se adiciona una segunda, en el segundo piso, que le da un frescor extraordinario y una nueva libertad. Nada –o casi nada– cambió por fuera, y muy poco por dentro. Su poderosa coctelería es la de siempre, al igual que sus cebiches. Todo va tan bien que se agrega a la familia un nuevo vicio: el Cebiche Lujurioso [12.400), una extravagante mezcla de pescado blanco, cebolla morada, cebollín y rocoto en abundante leche de tigre, reforzada con jugo de erizos y sus lenguas enteras. Doble lujuria.” “Nueva casa y nueva vida. Pero los sabores estimulantes y adictivos de siempre.”