CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
QUÉ PASA
DANIEL GREVE(NOVIEMBRE) CHPE LIBRE (José Victorino Lastarria 282, fono 22664 0584): “El área fría es menos interesante y hasta carente de carácter en algunas preparaciones, pero cuando entramos en terrenos calientes, vemos la verdadera garra chipeña. Imperdibles la Morcilla grillada con puré de camote, cebollas y salsa de ají amarillo ($4.900), sabrosísima, llena de contrapuntos y estímulos; los Ostiones a la parrilla ($7.800) gratinados con queso, sobre un jugo delicioso que se mezcla con el tomate y la soya; y el Anticuchón ($8.900), hecho con lomo saltado sobre papas especiadas. Desde la barra, que aún busca estar a punto, salen cocktails hechos con jarabe de maíz morado, huacatay, canela, chirimoya, merkén, té y cilantro, con todos los estilos imaginables de pisco. Buen ejemplo de asentamiento es el Primera Dama ($4.600), hecho con pisco Mistral -de ahí su nombre-, pera, limón y merkén. Sabroso y refrescante a la vez, hecho para compartir en lugar de competir. Como toda la piscología chipeña disponible, que no es poca. Y que nos convoca.”
EL MOSTRADOR
CARLOS REYES(NOVIEMBRE) CACHENCHO (Compañía 1385 esq. Amunátegui, Santiago Centro. Cel. 09 7495 2356): “Más allá del menú diario de mediodía, ya entrada la noche, con todo más calmo y con un ambiente más de bar -o de restobar al que acuden los vecinos y cercanos- se aprecia todo lo bueno, bonito y barato que puede llegar ser. Ok, hay mesas cojas, platos que podrían resolverse mejor (Solabaprieta, con prietas y castañas de cajú) y un servicio que puede ralentizarse un poco, sobre todo en las bebidas, pero también son aspectos propios del asentamiento de cualquier restaurante. El resto, lo de fondo, luce bastante mejor. La carta es amplia y con muchos nombres sacados del imaginario urbano –Carlos Cazueli, Pitchanga, Chanchulín, Jaibon Burguer-. Pero lo más importante, aparte de una excelente relación entre precio y calidad, es que conectan muy bien y con estilo sus ansias por darle una vuelta de tuerca a muchas recetas o maneras de preparar los platos a la chilena, respetando reglas básicas, esas que no dejan espacio a condimentaciones complejas más allá de la naturaleza de los productos.
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS(OCTUBRE) LOS MISERABLES (Av. Bellavista 014, fono 2 2735 2936): “Ay qué buena es esta taquería. Pequeñita y cumplidora, limpiecita y bien atendida, ubicada en Bellavista casi esquina Pío Nono. Se llama Los Miserables y tiene una oferta muy mexicana y no tex mex. Desde desayunos levantadores (abren a las 10 am), hasta detalles como postres poco comunes y un agua de horchata de sabor rústico y exquisito ($590 el vaso de medio litro). Las tortillas son de fabricación local, un poquito más gorditas que las que se encuentran en DF. Las clásicas de maíz, igualitas a las clásicas urbi et orbe. Los precios son más que convenientes, por lo que llevarse una orden generosa al hogar, para matarla con micheladas y caballitos de tequila también es una opción. Al ser un sitio pequeño con barras y pocas sillas, es más al paso que para comer con calma. Y los sabores no están nada de mal.
WIKÉN
RUPERTO DE NOLA(OCTUBRE) CASA DE BAMBÚ (Salvador 1827, Ñuñoa, fono 2 2225 1706): “La cocina de Vietnam es parte de esa gran región culinaria, el Sudeste Asiático, donde se funden las culturas de China e India. Lástima que en Chile se la conozca poco. En Santa Cruz de la Sierra vimos formarse colas de interesados en la que ofrecía un cocinero hijo de madre vietnamita y padre francés...Esta vez fuimos a conocer lo disponible en La Casa de Bambú, casi picada por su sencillez y baratura. Nos pareció una cocina auténtica por algunas combinaciones novedosas, apropiadas para quienes tienen un mínimo de espíritu aventurero. Los platos realmente vietnamitas no son muchos, en una carta donde aparecen bastantes chinoiseries, con las que el público chileno ya está familiarizado. Es natural: el lugar necesita sostenerse, y la alternativa china es siempre buena vendedora. Pero Vietnam sin duda está presente.”