La de César
Valerio es una vida de contrastes, una verdadera montaña rusa que sube y baja,
baja y sube. Hoy, este hombre de 38 años parece haber llegado a la cumbre. No
hay otra forma de explicar la exitosa trayectoria de este empresario
gastronómico que ya compite con once marcas de comida peruana en Santiago y que
está a días de abrir la Casa Valerio, su casa central gastronómica. Toda una
hazaña para un peruano que recién llegado, hace 18 años, apenas tenía para
comprar una sopaipilla y pagar una pieza en Estación Central donde pasaba la
noche, durmiendo sobre una pila de cartones.
Un conocido
lo instó a vender calugas en las micros. – “Ganaba treinta mil pesos diarios”,
comenta. “Me daba dinero de sobra para vivir, pero yo venía por más”.
Era el año
1998 y Valerio, oriundo de Ancash, no conocía otro país que no fuera el suyo.
Tampoco había estado nunca en Machu Picchu, la ciudadela incaica, pero no dudó
en bautizar así, en 2003, su primer restaurante. Fue el fruto de sus ahorros,
luego de trabajar como cocinero en restaurantes como Alfresco y Astrid &
Gastón. "Los primeros cinco meses pagaba el arriendo, a los proveedores y
al personal. Hasta que un crítico gastronómico me dio cinco tenedores. Desde
ahí que esto no ha parado. Empecé hace 12 años con 14 mesas, hoy ya ni sé
cuántas tengo", rememora.
César
Valerio es el segundo de seis hermanos, todos con participación en sus
negocios. Al hombre le gustan las sociedades. La primera la realizó con su tío
Pablo Vega, con quien llegó a Chile. En 2007 y junto a Rodrigo González creó el
Tres Continentes, que ofrece comida peruana, japonesa e italiana. Con el chef
Rubén Huamán, se asoció en 2009 para levantar Perú Mágico y un año más tarde,
con González nuevamente, el Pachamama "Mis socios son mis ojos. Me cuidan
el negocio. Si eres socio atiendes diferente", dice convencido.
Su sueño era
tener un restaurante de lujo en el barrio alto, donde, a su juicio, conseguir
patente es imposible. Pero Valerio no se amilanó y junto a Zhening Pan, el
dueño del Nueva China, y Oscar Gómez, el legendario chef de Astrid &
Gastón, concibieron su joya más preciada: el Astoria, que no tardó en ser
elegido por la crítica como el mejor nuevo restaurante en 2010. Fue su
caballito de batalla para seguir abriendo restaurantes en toda la capital. Casa
Valerio será el próximo ¿Un referente como la Casa Moreira que tiene Gastón
Acurio en Lima?
De dulce y agraz
Ayar Uchu es
el último restaurante de Valerio que visité. Una gran casa en la comuna de La
Reina remodelada para un gran espacio gastronómico. Bonito lugar y
tremendamente limpio. Eso llama la atención en todos los restaurantes del Grupo
Valerio. Impecables en su composición aunque todos mantienen ese toque “blin
blin” que caracteriza a los locales peruanos de nuestra ciudad. La carta,
similar a todos los restaurantes de este chef-propietario, no escatima en
presentar platos tradicionales de la cocina peruana y chaufa (china-peruana).
Desde hace unos años -y desgraciadamente- el picor de los platos ha ido
perdiendo intensidad, lo que reemplazan con una dosis (no siempre adecuada) de
su famoso Ají no Moto. Es, por así decirlo, comida peruana adaptada al paladar
chileno, lo que incide en una pérdida de identidad de esta cocina en nuestro
país. Sin embargo –y pese a todo- gusta y tienen un público adicto y asegurado
donde quiera que se instale un restaurante peruano. En el caso de Valerio y
repartidos por toda la capital, cumplen al 100% con la propuesta aunque los que
sabemos algo más de esta cocina nos damos cuenta de las falencias que le
impiden destacarse a nivel gourmet, como lo fue Astoria hace un tiempo y como
lo son los grandes referentes peruanos de nuestra capital.
Su joyita,
el Astoria, ya no existe. Posiblemente no era negocio trabajar con materias
primas calificadas y con grandes equipos de personal humano en la cocina y sus
comedores. Aun así, estimo que más allá de seguir abriendo locales en todos los
barrios, deben buscar la fórmula para ir mejorando las recetas y formando
equipos de sala y cocina. La idea es –en esto de la gastronomía- entregar cada
día un producto mejor. El esfuerzo inicial ya está listo (incluso con una gran
panadería que abastece a todos los locales de la cadena); por tanto ahora
debería venir el compromiso por la calidad. Calidad que se merecen los clientes
que han llevado a César Valerio, el vendedor de calugas, a ser un ícono de la
gastronomía peruana en nuestra capital. (Juantonio Eymin)
Grupo Valerio
Perú Mágico, Brisas
del Mar, Lima Limón, Ayar Uchu, Machu Picchu, Warique, Pachamama, Tres
Continentes, El Taita, Entre Piscos.Direcciones y teléfonos: www.grupovalerio.cl