LA GUERRA DE LA MAYONESA
La
salsa mayonesa, además de su gran sabor y popularidad, tiene la particularidad
de haber provocado encendidas polémicas a causa de su nombre y origen. Su
origen ha causado controversia entre escritores e historiadores gastronómicos.
Algunos han tratado de encontrarlo a través de sus raíces etimológicas y otros
por hechos históricos.
Aunque
el origen es incierto, una de las teorías más mencionadas dice que en la Guerra
de los Siete Años (1756-1760), los franceses atacaron la fortaleza inglesa de
Saint Philip, en el puerto de Mahón, capital de la isla de Menorca. La
operación estaba a cargo del famoso Duque de Richelieu y el ataque lo llevó a
cabo el Coronel Rochambeau. Para celebrar la gran victoria Richelieu ofreció un
banquete en su honor. El menú incluyó una salsa creada por el cocinero de
Richelieu, con crema y huevo. Dicen que como no había crema la hizo con aceite
de oliva y huevo, creando así una nueva salsa de gran aceptación. En honor a la
victoria en el puerto de Mahón, fue llamada “Mahonnaise”, y luego cambió por
“Mayonnaise” y en castellano quedó como Mayonesa. Tanto les gustó que llevaron
a Francia la receta dándola a conocer allí como mahonesa, en recuerdo a la
breve dominación balear.
De
esta forma se dice que la mayonesa se creó para celebrar la victoria del duque
sobre los británicos en el puerto de Mahón y que en honor de dicho pueblo se le
puso el nombre.
La
guerra de la mayonesa se terminó cuando en 1956 se conmemoró oficialmente en
París, y con presencia del embajador de España, el bicentenario del
descubrimiento de la salsa mahonesa que tanto gustara al cardenal Richelieu y
que los cocineros españoles insisten en llamar de ese modo y no mayonesa, del
modo afrancesado.