* Karla Berndt
“Cuando un chilote no le acierta al clima que tendrá al día siguiente y teniendo todo listo para iniciar el armado del curanto, el cielo se obscurece y desata cataratas, todo el mundo corre a refugiarse dentro de la casa, transportando el comestible para el hoyo, para prepararlo ahora en olla. La gran cocina a leña, como todas las del sur de Chile, permanece encendida todo el día; ocupa el centro de la habitación grande, donde se realiza la vida familiar alrededor de su calor acogedor: se pone a secar la ropa, se hacen las tareas, se cocina, se come y se dormita. Pues bien, la pieza se ha hecho chica para contener a tantos invitados y deben repartirse por otras dependencias. Se atiza el fuego, se abre el templador y sobre las 5 hornillas destapadas se asienta una olla gigantesca que se tiene de reserva para estas emergencias. En su interior se van depositando por capas todos los alimentos, separados según su origen por hojas de coles y al final se le vacían un par de garrafas de vino blanco. Aparte se cuecen papas y en una paila con aceite se van friendo chapaleles y milcaos, que reemplazan al pan, comiéndolos untados en pebres, mientras hierve el pulmay...”, así relata Roberto Marín Vivado en su libro “Chilenos cocinando a la chilena”.
Después de leer este párrafo, apuesto que le dio apetito. Difícil viajar hasta Chiloé para darse el gusto, pero no imposible hacerlo en la misma capital: el restaurante “Aquarium” del Hotel Kennedy ofrece durante estos meses de invierno y cada día viernes, desde las 19 horas, su “Pulmay Gourmet” ($ 12.500). “Siguiendo la tradición culinaria chilena hemos querido traer a nuestra mesa los sabores característicos de unos de los platos más tradicionales de Chiloé”, explica el chef Roberto Araya.
Acierto total: este frío viernes, en todas las mesas los comensales, chilenos y extranjeros, se dedican con euforia a disfrutar de los mariscos, trozos de ave, carne y embutidos, chapaleles, milcaos y papas, sopeando el contundente caldo del cual se sirve como adicional una taza al lado de la gran fuente de greda. Éste, estoy convencida, previene resfríos y está capaz hasta revivir muertos…
Aquarium
Hotel Kennedy
Av. Presidente Kennedy 4570, Vitacura, Santiago
Teléfono: 290 8100
*Karla Berndt es cronista gastronómica e integrante del Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile. Nacida en Alemania, reside hace 22 años en Chile y actualmente es Gerente de Comunicaciones de la Cámara Alemana de Comercio, Camchal. Su afinidad con la gastronomía la plasmó en el primer y único libro de cocina chilena escrito en idioma alemán y editado en su país de origen “Die chilenische Küche”. Sus periódicas crónicas se pueden leer (en español) en el sitio www.camchal.cl y en su columna “De bebistrajos y refacciones” en Lobby.
“Cuando un chilote no le acierta al clima que tendrá al día siguiente y teniendo todo listo para iniciar el armado del curanto, el cielo se obscurece y desata cataratas, todo el mundo corre a refugiarse dentro de la casa, transportando el comestible para el hoyo, para prepararlo ahora en olla. La gran cocina a leña, como todas las del sur de Chile, permanece encendida todo el día; ocupa el centro de la habitación grande, donde se realiza la vida familiar alrededor de su calor acogedor: se pone a secar la ropa, se hacen las tareas, se cocina, se come y se dormita. Pues bien, la pieza se ha hecho chica para contener a tantos invitados y deben repartirse por otras dependencias. Se atiza el fuego, se abre el templador y sobre las 5 hornillas destapadas se asienta una olla gigantesca que se tiene de reserva para estas emergencias. En su interior se van depositando por capas todos los alimentos, separados según su origen por hojas de coles y al final se le vacían un par de garrafas de vino blanco. Aparte se cuecen papas y en una paila con aceite se van friendo chapaleles y milcaos, que reemplazan al pan, comiéndolos untados en pebres, mientras hierve el pulmay...”, así relata Roberto Marín Vivado en su libro “Chilenos cocinando a la chilena”.
Después de leer este párrafo, apuesto que le dio apetito. Difícil viajar hasta Chiloé para darse el gusto, pero no imposible hacerlo en la misma capital: el restaurante “Aquarium” del Hotel Kennedy ofrece durante estos meses de invierno y cada día viernes, desde las 19 horas, su “Pulmay Gourmet” ($ 12.500). “Siguiendo la tradición culinaria chilena hemos querido traer a nuestra mesa los sabores característicos de unos de los platos más tradicionales de Chiloé”, explica el chef Roberto Araya.
Acierto total: este frío viernes, en todas las mesas los comensales, chilenos y extranjeros, se dedican con euforia a disfrutar de los mariscos, trozos de ave, carne y embutidos, chapaleles, milcaos y papas, sopeando el contundente caldo del cual se sirve como adicional una taza al lado de la gran fuente de greda. Éste, estoy convencida, previene resfríos y está capaz hasta revivir muertos…
Aquarium
Hotel Kennedy
Av. Presidente Kennedy 4570, Vitacura, Santiago
Teléfono: 290 8100
*Karla Berndt es cronista gastronómica e integrante del Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile. Nacida en Alemania, reside hace 22 años en Chile y actualmente es Gerente de Comunicaciones de la Cámara Alemana de Comercio, Camchal. Su afinidad con la gastronomía la plasmó en el primer y único libro de cocina chilena escrito en idioma alemán y editado en su país de origen “Die chilenische Küche”. Sus periódicas crónicas se pueden leer (en español) en el sitio www.camchal.cl y en su columna “De bebistrajos y refacciones” en Lobby.